El Consell de Mallorca ha presentado hoy el nuevo plan de residuos no peligrosos con el claro objetivo de intentar reducir entre 300.000 y 430.000 toneladas de desechos en los próximos años. De esta forma, piensan cerrar dos líneas de la actual incineradora de Son Reus.

Para conseguir esta importante reducción de residuos, fijada en un 10% en 2020 y un 50% en 2030 con respecto a las cerca de 800.000 toneladas que genera anualmente Mallorca, el nuevo plan apuesta de manera decidida por la recogida selectiva de la materia orgánica y reconvertirla en compost junto a los lodos de depuradora para el campo. También se crea un sistema de reutilización de envases con una planta de lavado para que se puedan volver a emplear, básicamente envases de cristal.

Se incrementan las estaciones de transferencia y los servicios de las actuales, con el objetivo de que se pueda dar cobertura a la fabricación del compost. La consellera insular de Medio Ambiente, Sandra Espeja, asegura que hay una gran lista de espera de payeses que quieren comprar compost y está asegurada su salida. Habrá seis nuevas plantas y, además de Son Reus, se fabricará compost en las de Santa Margalida, Alcúdia, Llucmajor, Felanitx y la de AlcúdiaLlucmajorFelanitxCalvià

El Plan Director también declara la guerra a los plásticos. Para ello impulsará medidas para la eliminación de recipientes de plástico, además de las bolsas de un solo uso que se prohibirán en los comercios. Piensan poner en marcha campañas con el sector hotelero para eliminar los envases de un solo uso para el jabón en las habitaciones o los de salsas en los restaurantes.