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Temporada

Comercio y restauración temen llegar al invierno con pocas reservas

Las patronales sectoriales hablan de caídas en las ventas superiores al 10% en muchos negocios

El comercio tradicional no hace un balance positivo de las dos primeras semanas de rebajas. B. Ram0n

El comercio y la restauración de Mallorca no ocultan la enorme preocupación que comienza a instalarse entre sus empresas a la vista de un verano en el que la facturación está registrando descensos superiores al 10% en muchos de sus negocios. Y el motivo de alarma no radica solo en que las expectativas no se están cumpliendo, sino en la posibilidad de llegar al mes de noviembre con unas reservas financieras insuficientes para superar "la travesía por el desierto" que supone un invierno durante el que no se cuenta ya con el gasto masivo de los turistas.

El balance que se hace es unánime, y lo comparten tanto el portavoz de la patronal de comercio Afedeco, Pedro Mesquida, como el presidente de Pimeco, Antoni Fuster, y el máximo responsable de la asociación mallorquina de restauración, Alfonso Robledo. Con el agravante en el caso del sector comercial de que ya ha superado las dos primeras semanas de rebajas, claves para medir el éxito de esta campaña, y cuando algunas tiendas comienzan a mostrar ya el producto de otoño, aunque éste invadirá los escaparates de forma más evidente a partir de agosto.

El 'pinchazo' que el comercio mallorquín durante estas rebajas, expuesto por Mesquida y Fuster, no tiene una explicación clara, según reconocen, aunque se apuntan factores como que el turismo que ha llegado a la isla durante esta temporada está teniendo un poder adquisitivo muy bajo, pese al aumento de precios y de categoría en los hoteles, a lo que se suma la desaparición de una parte de los visitantes vinculados al alquiler vacacional. Pero un aspecto en el que se insiste es en que el cliente local no termina de dar un empujón a su consumo, haciendo que las ventas en rebajas no cumplan las expectativas que se habían puesto en ellas. Ese mismo análisis lo hace Robledo respecto a la restauración.

Ahí radica el miedo de todos ellos: en llegar a noviembre sin haber hecho las reservas financieras necesarias para superar el invierno sin estrecheces, hasta que la temporada turística del próximo año se reactive.

Porque en el caso del comercio, la caída de ventas en noviembre es radical hasta que se alcanza el Black Friday, lo que abre unos pocos días de intenso consumo pero con precios reducidos, y se recuerda también que la debilidad de las ventas de diciembre ha llevado en años anteriores a adelantar en muchos establecimientos el inicio de las rebajas de invierno incluso antes de la Navidad. Luego vienen los meses peores para el sector, como es febrero y marzo, según se recuerda.

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