La fiscalía Anticorrupción ha solicitado al juez Florit que abra una nueva pieza separada de la causa principal del caso Cursach.

Pretende que el empresario Bartolomé Cursach sea juzgado por un jurado popular bajo la acusación de cometer un delito de cohecho impropio, que se habría cometido como consecuencia de la organización de orgías sexuales, celebradas en la discoteca Tito'sorgías sexuales, celebradas en la discoteca Tito's, en las que se invitaban a policías locales de Palma.

En el caso de que el juez acepte la propuesta de la fiscalía, y todo apunta a que así será, el empresario no estará solo en el banquillo de los acusados. Le acompañarán su director general, Bartolomé Sbert, así como el director de la discoteca Tito's, Jaime Lladó, así como que el fue durante años jefe de sala del local, Arturo Segade, que ya está jubilado.

Además de las personas que estarían relacionadas con la empresa de ocio, la fiscalía también pretende que se juzgue por este delito a un grupo de once policías locales de Palma. Aunque son muchos más los agentes que han sido identificado como participantes en estas celebraciones sexuales, estos policías habrían aceptado asistir a las orgías sin que conste que realizaran a cambio algún tipo de actuación que favoreciera al Grupo Cursach. El resto de identificados, que en un futuro también serán juzgados por aceptar estas prebendas de la empresa de ocio, sí habrían realizado algún tipo de actuación profesional para beneficiar a Cursach.

Entre los once policías locales que serán acusados de un delito de cohecho impropio figura el exintendente Antoni Vera, que fue elegido por el exalcalde de Palma Isern para que dirigiera las actuaciones del cuartel de San Fernando, si bien después tuvo que dimitir por el escándalo de las oposiciones amañadas.

El resto de agentes que se citan en este escrito de la fiscalía son Alfonso Ramírez, Miguel Pitarch, Rafael Puigrós, su hermano Pedro, Virgilio Mirabal, Jordi Blasco, Antoni Garí, Gumersindo Calero, Francisco Igualada y Sebastián Marqués. Todos ellos ya figuran como investigados y en su momento fueron llamados a declarar por el juez Penalva para que explicaran si habían aceptado o no participar en estas orgías sexuales, con consumo de cocaína y presencia de prostitutas.

Sin embargo, todos los funcionarios de Cort decidieron seguir una estrategia conjunta y se negaron a declarar.

Todos los policías que aparecen nombrados en el escrito de la fiscalía Anticorrupción fueron identificados por los testigos que desvelaron la celebración de estas orgías sexuales. En concreto, la acusación cuenta con la declaración de cinco personas que fueron identificando a los agentes que asistían a estas bacanales.

La fiscalía tiene muy claro, y por ello pretende que estos hechos se juzguen con independencia de la pieza principal del caso, que estas fiestas se venían celebrando al menos desde el año 2009.

El motivo de estas invitaciones era mantener contentos a los policías, ya que muchos de ellos eran del grupo que se encargaba del control de los locales de ocio.

Anticorrupción entiende que existen motivos suficientes para crear esta pieza separada y que se juzgue independientemente del resto, todo ello para simplificar el procedimiento. La fiscalía mantiene que estos hechos no tienen relación con otros acontecimientos que se están investigando en la pieza principal del caso Cursach.

Lo han negado

Tanto el empresario como sus tres empleados han negado que estas fiestas existieran. Una declaración que contradice las manifestaciones realizadas por varios testigos, la mayoría antiguos empleados de la discoteca del Paseo Marítimo, que declararon que habían servido bebidas alcohólicas en la zona privada del local y habían presenciado a policías locales de Palma consumiendo cocaína y manteniendo relaciones sexuales con prostitutas. Una de las testigos es la número 31, conocida como la madame,madame que aseguró que ella misma había acompañado a prostitutas que trabajaban para ella a la discoteca Tito's, para que mantuvieran relaciones con policías locales, y que el encargo se había realizado desde la dirección del local. Varios testigos han declarado también que la Policía Local de Palma apenas realizaba inspecciones en los locales de Cursach. Cuando las hacían, además, avisaban con anterioridad.