-¿Cuántos años ha dedicado usted a trabajar en las oficinas del Govern?

-Aquí he estado siete años y medio, aunque en el mundo de la administración he trabajado 30 años concretamente. Antes de estar en las oficinas de la Conselleria pasé 22 años en los institutos de secundaria Juníper Serra, Ramon Llull, donde trabajé cerca de 17 años, Berenguer d'Anoia y el Politècnic.

-¿Por qué decidió cambiar el ámbito de la educación por el Consolat de Mar?

-La verdad es que yo nunca me imaginé trabajar aquí. Cuando estaba con los institutos recuerdo que pasaba por el Consolat y observaba su iluminación, su bonito jardín... lo consideraba un sitio privilegiado. Al cabo de un tiempo, se me presentó la oportunidad de opositar a través de un concurso de traslado, y acabé entrando. Un punto a favor era, sobre todo, el horario, ya que en los institutos trabajé muchos años en horario nocturno, y aquí, en el Consolat, he estado en el turno de mañana y mira, todos los cambios son buenos.

-¿En qué ha consistido su trabajo en la administración de la Conselleria de Presidencia?

-Durante estos años me he dedicado al departamento de Ordenanza, y la verdad es que haces un poco de todo, el trabajo es muy variado y te distrae, ya que siempre haces cosas diferentes. Me he encargado de la parte más protocolaria preparando salas de reuniones, las ruedas de prensa o los premios Ramon Llull, además de asistir a inauguraciones o a la visita de la reina a la Escuela de Hotelería. El poder tratar con personajes públicos y reconocidos ha sido una gran experiencia.

-¿Qué es lo que más le ha gustado?

-Sobre todo enterarse de algunas noticias antes de que salieran en los periódicos (risas). Yendo al grano, tengo una ventaja y es que allá donde voy me siento a gusto. Para mí ha sido un privilegio estar aquí, ya que he tenido la oportunidad de trabajar con muchos políticos de diferentes colores, escuchar las ideas de todo el mundo, y este es un aspecto que valoro mucho.

También tengo que destacar el personal del Consolat, que ha sido fabuloso y me ha hecho sentir como en casa en todo momento, al igual que los políticos, que han sido muy educados, me han dado consejos y en situaciones informales son mucho más cercanos de lo que parecen.

-Ha trabajado con diferentes presidentes durante estos años. ¿Con cuál diría que ha tenido más afinidad?

-Sinceramente esto no lo puedo decir (risas), pero sí que los tres presidentes del Govern con los que he tratado, tanto Antich como Bauzá y Armengol me han caído fenomenal, aunque no puedo decir "me gustá más este".

-¿Cómo definiría usted a la actual presidenta del Govern, Francina Armengol?

-Es fabulosa, una persona muy cercana a todos los trabajadores y que te trata de manera muy humana, solo tengo buenas palabras hacia ella.

-Después de estos años trabajando en las oficinas de la Conselleria, ¿cómo valoraría la experiencia?

-La verdad es que han sido unos años maravillosos, he estado muy cómoda en la Ordenanza del Consolat. Todas las experiencias que suceden son gratificantes, es un mundo totalmente diferente al de los institutos. Si yo pudiera trabajaría aquí uno o dos años más, pero la edad ya no lo permite.

-Ahora que deja el mundo de la administración, ¿qué planes tiene para el futuro?

-Sobre todo pasaré mi tiempo con mi familia y los amigos, que los he tenido un poco descuidados (risas). También quiero disfrutar de mis aficiones que son el ball de bot, las excursiones a la montaña y, por qué no, algún que otro viaje.