"La nueva Ley Agraria Balear es un conjunto de intenciones que no dará respuesta a las necesidades de los empresarios agrarios baleares", lamentó ayer el decano del Colegio de Ingenieros Agrónomos de Levante y presidente del Consejo General de Colegios de Ingenieros Agrónomos, Baldomero Segura.

La nueva normativa, según está redactada, "da pasos atrás e introduce tantas trabas burocráticas que poner en marcha una actividad que complemente las rentas de los pequeños productores se va a convertir en un examen inquisitorial; hay casos en los que en una finca agrícola puede ser más fácil hacer un chalet que un construcción agraria tan simple como un almacén".

En un comunicado, Segura ha afirmado que "la economía real no se rige por intenciones" y ha lamentado que "quienes han impulsado esta ley esperan que los rendimientos económicos se obtengan de los deseos solo porque se cree en ellos".