Las bolsas de pobreza existentes en Balears han comenzado por fin a debilitarse, según se desprende del último informe publicado por la Agencia Tributaria estatal en relación a las declaraciones de la renta presentadas durante el pasado año. Los datos facilitados por este organismo detectan un descenso en la cifra de contribuyentes que en 2016 señalaron recibir salarios inferiores a los 12.000 euros brutos anuales, mientras aumentan todos aquellos cuyas retribuciones dinerarias se quedan por encima de ese importe. Pese a lo expuesto, hay que destacar que la tasa de personas con las rentas más bajas sigue siendo superior a la que existía antes de la crisis.

En concreto, en la declaración del IRPF de 2016 los contribuyentes que señalaron ganar menos de 1.500 euros anuales fueron 40.931, o lo que es lo mismo, el 8,15% del total. En 2015 esa cifra había sido de 44.172 declaraciones, lo que ese año supuso el 8,92% de las presentadas.

Los que declararon haber recibido en 2016 entre 1.500 y 6.000 euros durante ese ejercicio fueron 73.025, de nuevo por debajo de los 75.660 de 2015, mientras que los que se situaron entre los 6.000 y los 12.000 euros al año fueron 69.863, también menos de los 70.695 del ejercicio anterior.

Por debajo del mileurismo

Si tenemos en cuenta que estamos hablando de cantidades brutas (con nóminas de las que se descuentan las cotizaciones y retenciones de la renta), el resultado es que todos los colectivos antes señalados corresponden a personas que ni siquiera alcanzan la categoría de mileuristas. Y son los únicos cuya cifra desciende.

Pese a lo expuesto, no hay que olvidar que estos grupos concentran el 36,6% de los contribuyentes, es decir, que algo más de uno de cada tres baleares se colocaba en 2016 por debajo de la categoría de mileurista. A partir de las declaraciones con más de 12.000 euros anuales, todos los grupos muestran crecimientos. La explicación, según destaca el director de la Fundación Impulsa y catedrático en Economía Aplicada, Antoni Riera, no hay que buscarla en esas fechas en la mejora de los salarios, ya que en 2016 mostraban todavía una ligera tendencia a la baja y no ha sido hasta 2017 cuando comenzaron a evolucionar al alza (algo que se verá en las declaraciones de la renta que se han venido presentando durante las últimas semanas).

El aumento en los ingresos de los isleños se explica por la mejora en sus condiciones laborales, según pone de relieve Riera, debido a que muchas personas encontraron un empleo, otras redujeron su parcialidad y pasaron de trabajar cuatro horas al día a hacerlo ocho, por citar un ejemplo, y otros redujeron su temporalidad, con ocupación durante nueve meses en lugar de solo seis, por dar otro ejemplo.

A la larga, en todos estos casos lo que se produjo fue un aumento de los ingresos conseguidos a lo largo de todo 2016.

Las cifras de la Agencia Tributaria así lo respaldan. Siguiendo con los tramos, los que declararon haber recibido entre 12.000 y 21.000 euros al año (el grupo más numeroso) ascendieron a 145.044 contribuyentes superando los 140.695 del ejercicio anterior. Este crecimiento aparece tanto en esas cifras absolutas como en el porcentaje que representan respecto al total de declaraciones presentadas.

Algo similar sucede con los que declaran en las islas unos ingresos dinerarios que se mueven entre los 21.000 y los 30.000 euros. En ese tramo se presentaron 75.245 declaraciones, cuando un año atrás habían sido 71.904. En el caso de los que percibieron en 2016 entre 30.000 y 60.000 euros, su número se sitúa en los 77.106, cuando en 2015 se cifraron en 72.727.

Entre los 60.000 y los 150.000 euros al año aparecen 17.934 contribuyentes. Un año atrás habían sido 16.099.

Lo mismo puede decirse de la minoría mejor pagada. Los que declararon unas retribuciones de 150.000 a 601.000 euros anuales fueron 2.854, cuando en 2015 se situaban en los 2.459. Y los que superan los 601.000 euros anuales se cifran en 277, más que los 213 del ejercicio anterior.

La herida de la crisis

Pero aunque la situación de 2016 muestra una mejoría en relación a la de 2015, aún refleja la herida que abrió la crisis económica. Si ahora los que declaran menos de 1.500 euros anuales son el 8,15% del total, en 2007 suponían solo el 3,81%, es decir, una tasa que suponía menos de la mitad de la actual.

Mucho menor es la diferencia de los más ricos. Si ahora ganan más de 150.000 euros un 0,63% de los contribuyentes de las islas, en 2007 eran un 0,66%.