Alrededor de 1.900 mujeres de las islas podrán cotizar a la Seguridad Social por su labor cuidando a algún familiar dependiente.

Esa es la estimación del número de personas que podrían beneficiarse del anuncio hecho por la nueva directora del Imserso, la catedrática de la UIB Carmen Orte, en las páginas de este diario el pasado domingo: que los familiares cuidadores (mujeres en la gran mayoría de los casos) volverán a la Seguridad Social y el Estado volverá a asumir sus cuotas.

Esa es la intención del ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social, según aseguró Orte: devolver la ley de Dependencia a la situación prevista en sus inicios, en 2006, antes de los recortes. En su concepción original, la legislación contemplaba que los familiares cuidadores cotizaran, pero esta opción fue suprimida por el Gobierno de Mariano Rajoy en 2012.

Fina Santiago, la consellera de Servicios Sociales, celebró ayer como una noticia "muy positiva" el anuncio hecho por Orte y recordó que en 2011, antes del recorte, en las islas llegaron a estar cotizando a la Seguridad Social un total de 1.250 mujeres que cuidaban a un familiar. Después de que el Estado dejara de asumir el pago de las cuotas, apenas 90 siguieron en la Seguridad Social.

En aquel momento, había alrededor de 11.000 personas dependientes con algún servicio asignado. La mayoría (7.475 dependientes) recibían una prestación económica y eran atendidas por un familiar en su domicilio. De estos, el 16% (esas 1.250 mujeres) se acogieron a la posibilidad de cotizar en la Seguridad Social. Ahora, el número de dependientes que están cobrando prestación y son cuidados por un familiar ha crecido hasta las 12.096 personas, con lo que Servicios Sociales prevé que el número de cuidadores que podrán incorporarse a la Seguridad Social será mayor.

Para Santiago es una muy buena noticia que los familiares cuidadores puedan volver a la Seguridad Social, primero "porque es reconocer el valor económico de los cuidados", un trabajo que recae la inmensa mayoría de las veces sobre las mujeres, que en ocasiones se ven obligadas a renunciar a su carrera profesional para cuidar a sus padres o algún hijo con discapacidad (con la consecuente repercusión en términos de cotización que tiene ese parón, o directamente la no incorporación, en su vida laboral).

"El perfil del familiar cuidador suele ser una mujer mayor de 50 años, que no ha cotizado nunca o ha cotizado poco, que cuida a sus padres o a sus suegros; o una madre con un hijo con discapacidad que deja de trabajar o pide una reducción de jornada y compagina el trabajo con el cuidado del niño".

La directora del Imserso indicó en estas páginas que el objetivo del ministerio es revertir los recortes de la ley de Dependencia y aseguró que aunque los Presupuestos Generales del Estado de este año están cerrados "hay margen" para devolver a las cuidadoras a la Seguridad Social.

Otro recorte que el Gobierno quiere anular "cuanto antes" según Orte es que el Estado vuelva a asumir el llamado "nivel acordado" de inversión con las comunidades autónomas, una porción de presupuesto que el Gobierno suspendió y que daba recursos a las autonomías. La especialista en envejecimiento también indicó que su intención es estudiar un incremento del "nivel mínimo" de inversión aportado por el Estado.

Ahora mismo en las islas, según datos del pasado mayo, un total de 18.113 personas dependientes tienen reconocido su grado de dependencia y están recibiendo algún servicio. La mayoría (12.096) reciben una prestación económica para cuidados por el entorno familiar. Los otros servicios otorgados por la ley hacen referencia a la promoción de la autonomía; a plazas residenciales o en centros de día; teleasistencia; o ayuda a domicilio.