Clarisa, la mujer desahuciada el jueves de su casa de Son Gotleu mientras estaba en Barcelona cuidando de una hija gravemente enferma, protestó ayer ante el que era su hogar para que el BBVA, propietario del inmueble, le conceda un alquiler social.

La mujer, que estuvo arropada por miembros de la plataforma Stop Desnonaments, se plantea acampar en la calle si su delicado estado de salud se lo permite.