La marca Lafiore sigue viva y coleando, pese a que ya no tenga detrás una fábrica gestionada por ella. Su tienda de la carretera de Valldemossa sigue abierta al público y con más expectativas que nunca por dos circunstancias.

La primera de ellas, por una clara apuesta de sus propietarios por potenciar e incrementar la venta a través de Internet. Y la segunda, por una diversificación de su negocio: el amplio establecimiento comercial ubicado en el término municipal de Esporles va a reconvertirse en un centro de artesanía de productos de toda laya producidos por diferentes artesanos de Mallorca, tal y como explicó Miquel Tortella, propietario actual de la conocida marca de piezas de vidrio.

Tal y como público este diario, la fábrica Vidrios Lafiore cerró sus puertas recientemente. "Fue a finales de noviembre del año pasado, aunque la información salió publicada más tarde. Como empresa, dejamos de llevar la gestión de la fábrica, se presentó una suspensión de pagos", explicaba ayer Miquel Tortella, segunda generación de la propiedad de esta marca emblemática mallorquina fundada en los años 60.

"Pero Lafiore continúa como marca registrada", recalca el propietario admitiendo que la información del cierre de la fábrica les ha hecho daño ya que, toda vez que la tienda sigue abierta, y ahora además ofreciendo sus vidrios artesanales de siempre, ha arraigado la creencia entre sus potenciales clientes de que ya no existen productos de esta marca en el mercado.

Tres de cinco vidrieros

Porque en la antigua fábrica, cuando era gestionada por Lafiore, trabajaban siete empleados, cinco vidrieros artesanales y otros dos trabajadores dedicados a otros menesteres, explica Miquel Tortella.

El propietario admite que para los vidrieros, empleados muy especializados, el cierre de la fábrica supuso un varapalo muy fuerte para sus expectativas laborales. Por ello, pese a que dos de ellos se consiguieron recolocar en otros sectores, los tres restantes decidieron continuar bufando vidrio en su antigua fábrica, que ahora gestionan ellos mismos como autónomos.

"Son antiguos trabajadores de la casa que se han reconvertido ahora en nuestros principales proveedores. Les compramos el género bajo unas condiciones, claro está", explica el propietario de Lafiore antes de reiterar que "la marca Lafiore sigue viva y con un centro de producción", señala aludiendo a la antigua fábrica de la carretera de Valldemossa.

"Como la tienda es muy grande, tendrá unos ochocientos metros cuadrados, hemos decidido reconvertirla en un centro de artesanía en el que tengan cabida otros productos artesanales diferentes al vidrio, todos ellos fabricados por artesanos de la isla", explica sus planes más inmediatos Tortella.

Así, en la tienda de Lafiore de toda la vida se venderán cerámicas, tejidos, maderas de olivo, delicatessene incluso productos cosméticos fabricados aquí, enumera el propietario, que matiza que no se comercializarán con la denominación de su marca, sino bajo la de sus propios artesanos.

Asimismo, pese a que la tienda reabrió sus puertas el pasado mes de febrero, meses después del cierre de la fábrica, ahora están apostando por reactivar las ventas a través de Internet. "Nuestra nueva página web -lafiore.com- está en fase de creación", concluye Tortella.