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Tribunales

Un juez ve como accidente laboral una depresión por el mal ambiente de trabajo

La Justicia da la razón a una exjefa del departamento de Farmacia de Delegación de Gobierno

Delegación de Gobierno conocía el conflicto en el departamento de Sanidad Exterior. guillem bosch

Un juez ha dado la razón a una alta funcionaria del Estado y ha admitido que la depresión que sufrió como jefa de Farmacia de Sanidad Exterior en Delegación de Gobierno fue un accidente laboral. Su enfermedad mental, según la sentencia, estuvo motivada por sus diferencias con el responsable de dicho departamento y por el mal ambiente laboral, que también padecieron otros empleados públicos de la citada área.

Esta mujer, alta funcionaria del Estado, ocupó hasta el año 2015 la jefatura de la Sección de Inspección Farmacéutica. Este departamento depende de Delegación del Gobierno. En el mes de agosto del año 2013 sufrió una baja laboral por enfermedad, que se prolongó durante dos años. Cuando se le terminó la licencia por enfermedad, todavía no estaba curada. Aún arrastraba la depresión y necesitaba ayuda médica. Se le diagnosticó un trastorno adaptativo mixto, unido a ansiedad y a un estado de ánimo depresivo.

Investigación

Poco antes de que se le terminara la licencia por enfermedad, la funcionaria solicitó a la Delegación del Gobierno que iniciara una investigación para determinar si el trastorno mental que padecía estaba directamente motivado por una razón laboral. Es decir, quería que se comprobara si la depresión que sufría era consecuencia directa del enfrentamiento que mantenía con su jefe.

Sin embargo, la investigación interna que se realizó no apreció ninguna relación entre la situación laboral y la enfermedad. Además, se señalaba que la funcionaria nunca había denunciado que sufriera una situación de acoso laboral en del departamento de Sanidad Exterior, ya que existía un protocolo para estos casos de acoso laboral y nunca se había aplicado. Es más, la Delegación relacionaba la baja laboral de la jefa de Farmacia por la frustración que le había ocasionado el rechazo a la solicitud de traslado a un puesto en Guipúzcoa y no al enfrentamiento que tenía con su superior jerárquico. Lo cierto, es que el médico de la mutua había concluido que no era apta para volver a recuperar su destino laboral.

A pesar de la excusa planteada por la Delegación del Gobierno de Balears, en realidad, la funcionaria sí consiguió un cambio de destino y está ocupando una jefatura en la inspección farmacéutica de San Sebastián. De hecho, la demanda que ha presentado contra la Delegación del Gobierno lo hizo en un juzgado de San Sebastián. Con la demanda pretendía que se le reconociera este trastorno mental como accidente de trabajo, ya que anteriormente al conflicto con su anterior jefe no había mostrado ningún síntoma de depresión. Con el cambio de destino esta enfermedad iba reduciendo sus síntomas, según explicaron al juez los médicos que la atienden. Esta alta funcionaria denunció que este acoso se traducía en una actitud inapropiada de su jefe hacia ella. Desde el aspecto personal le acusó de someterla a un trato vejatorio, abusar emocionalmente de ella y tratarla de forma intimidatoria y amenazante. Y sobre la organización laboral, responsabilizó a su jefe de no fomentar el trabajo en equipo y de no crear protocolos de actuación, entre otras muchas irregularidades.

El juez de San Sebastián le da la razón a esta mujer, pero no solo por lo que ella contó, sino por otras pruebas que ha valorado. El juez no tiene ninguna duda de que en Sanidad Exterior existía un mal ambiente laboral, y un enfrentamiento entre el responsable y los funcionarios a su cargo. Y, además, la Delegación del Gobierno estaba enterada de esta situación, porque así lo denunció un sindicato y una asociación de defensa del empleado público. En concreto, se denunciaron "las conductas de hostigamiento psicológico del director del Área de Sanidad y Política Social hacia el personal que prestaba servicios en dicha área, considerando que atentaba ese comportamiento a la integridad moral". Además, en la denuncia se añadía que este trato a los trabajadores "suponía una ofensa grave a la dignidad de las personas, alterando la normal convivencia del entorno laboral, denunciando que siete de los 16 trabajadores estaban de baja", según detalla la sentencia.

"Conflicto interpersonal"

Analizando las denuncias que se presentaron sobre este conflicto y valorando la declaración de esta funcionaria, el juez concluye que no se puede afirmar con rotundidad que la baja laboral por razones médicas que sufrió esta mujer estuviera directamente relacionada por una situación de acoso laboral. Se trata más bien, y así se señala la sentencia, de un conflicto interpersonal "grave y continuado" entre la funcionaria y su superior jerárquico.

Sin embargo, aunque no apreció una situación de mobbing, el juez entiende que sí existe relación directa entre el trastorno que padece esta mujer con la situación que vivió en el trabajo. De hecho, en la sentencia se incide que no fue la única trabajadora de este departamento que se dio de baja, sino que fueron varias las que padecieron las consecuencias de este mal ambiente laboral que se respiraba en el departamento de Sanidad Exterior.

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