Los hoteleros consideran que las 'agroestancias' previstas en la Ley Agraria que tramita el Parlament son ilegales y que cualquier actividad turística en viviendas "debe ser prohibida en el suelo rústico". Así lo ha expresado a Federación Hotelera de Mallorca en su escrito registrado hace dos días en la Cámara autonómica. Lamentan la permisividad del Ejecutivo, promotor de este proyecto de ley, a la hora de fomentar la actividad económica en el campo mediante la posibilidad de acoger turistas.

En un duro informe de alegaciones, la Federación Hotelera traslada a los grupos parlamentarios una idea de fondo: si el sector agrario quiere dedicarse a la actividad turística y residencial, que se le aplique toda la normativa en vigor. Es decir, que no se utilice el campo para una actividad que no le es propia y que, si se hace, los propietarios compren las plazas turísticas como el resto de operadores, y tengan que ceñirse a las limitaciones que rigen para el resto.

La propuesta hotelera insiste en que la ley no ampare esta actividad turística fuera de las regulaciones que ya existen, y por tanto piden criterios mucho más restrictivos como la fijación de una antigüedad para la vivienda que puede ser alquilada, o la parcela mínima, ya que de momento la norma en tramitación prevé que cualquier explotación agrícola en activo pueda acoger a seis personas. Ello, recuerdan los hoteleros, sin tener en cuenta la zonificación que está ultimando el Consell de Mallorca, y que con el actual proyecto de ley en la mano, quedaría sin ningún efecto para todos aquellos que estén dados de alta como productores agrícolas.

En concreto, reclaman que los payeses que quieran tener turistas alojados compren las plazas como el resto de oferta de alojamiento, y se les apliquen las normativas de accesibilidad, o seguridad vigentes para el sector turístico. "Estas plazas son turísticas", recuerdan los hoteleros, y reclaman que sean tratadas como tales. Igualmente, piden al legislador que sólo permita las estancias "en la vivienda principal del agricultor", para evitar la tentación de nuevas construcciones.

Consideran, además, que si no se toman todas estas medidas, "supondrá en la práctica la legalización de una vivienda vacacional" con el pretexto de la dinamización agraria, "en perjuicio de la conservación del campo".

En el caso de que la mayoría de la cámara no se atreva a prohibir estas estancias turísticas, solicitan que al menos se evite "en las zonas de alto valor agrario", y piden que se añada al articulado una redacción más clara en este sentido, prohibiendo que en dichas zonas se practique cualquier tipo de estancias turísticas en viviendas.

Un alegato en defensa del paisaje, del suelo rústico, y también un intento de evitar que se incorporen nuevas plazas turísticas sin pasar por los filtros normativos correspondientes. Ya puestos, también proponen cambiar la denominación de las 'agroestancias' por 'vacaciones payesas'.