Eric Clua, doctor en Biología Marina por la universidad de Perpignan (Francia) ha unido sus intereses a los su homóloga por la UIB Ana María Abril para trabajar con los tiburones en Mallorca a través del proyecto Shark Med.

Un proyecto que este científico galo no descarta que termine importando una iniciativa de ecoturismo puesta en marcha hace pocos años con gran éxito en el archipiélago de las Azores: nadar en compañía de tintoreras. "Mallorca podría ser el primer lugar del Mediterráneo donde se pudiera nadar en compañía de tintoreras, un hecho que, sin duda, le granjearía una gran fama", sugiere ilusionado Clua.

"La tintorera es un tiburón pelágico (de alta mar) que se alimenta de sardinas y de calamares. Se trata de una especie muy elegante y armoniosa en sus movimientos, nada de una manera muy suave, y que al vivir siempre en el gran azul es muy curioso y simpático. De cabeza muy fina y cuerpo estilizado, se podría decir de él que es el modelo de los tiburones", explica el experto las características de esta especie.

No hay documentado ningún ataque a seres humanos por parte de esta especie en los últimos cincuenta años aunque sí admite este biólogo que en casos de hundimientos de barcos y aviones en el mar, las tintoreras sí pueden contribuir a incrementar esas situaciones de caos y pánico.

Junto a la bióloga mallorquina, Clua quiere en primer lugar realizar estudios genéticos para determinar cuál es el estado tanto de esta especie como del blanco en aguas de Mallorca.

Prueba de comportamiento

"Y luego nadaría con ellos para comprobar que efectivamente aquí se comportan de forma tan amistosa como las tintoreras de las Azores antes de ofrecerle el proyecto a algún hotelero o inversor de Mallorca. El tiburón limón, por ejemplo, se comportaba muy amablemente con los seres humanos en la Polinesia y, sin embargo, era una auténtica fiera en Nueva Caledonia. Por eso me gustaría comprobar primero cómo se conducen las tintoreras mallorquinas", explica sus planes.

Este experto lamenta la mala imagen que ha acompañado desde siempre a los tiburones. Una mala imagen a su juicio injusta. "Son mucho peores los delfines, muy apreciados por su perenne sonrisa cuando en realidad provocan graves daños a los pescadores gracias a que, como mamíferos, son más inteligentes", diferencia.

Una mala imagen que está firmemente arraigada entre los hoteleros mallorquines, que no quieren ni oír hablar de tiburones que adornen las portadas de diarios sensacionalistas que puedan recortar la llegada de turistas, lamenta Clua que se dirige a continuación directamente a ellos.

"Deben cambiar su mentalidad. Nadie puede descartar que en unos años se produzca un ataque de un blanco en s'Arenal. ¿Y cómo puedes evitarlo? De ninguna manera. El riesgo siempre va a existir. Lo que hay que saber hacer es manejarlo, como han hecho en Nueva Caledonia", concluye este biólogo dedicado desde hace 20 años al estudio de los tiburones.