La entidad Tramuntana XXI ha presentado este martes en el recinto de Can Oleo el Manifiesto por la Tramuntana, que agrupa a otras 39 asociaciones, aunque hay dos pendientes de ratificar, el Cercle d'Economia de mallorca y el Consell Social de la Universitat de les Illes Balears.

En el documento se exige un pacto entre los partidos políticos con representación en el Parlament para ayudar a conservar la Serra de Tramuntana, ya que "es una cuestión de dignidad", así como ha afirmado Antoni Martínez, el que era presidente de Tramuntana XXI hasta el viernes, en favor de Joe Holles.

Además, Martínez ha explicado que con el manifiesto se quiere apoyar al sector primario para mantener el paisaje, lamentando que los nuevos usos de la Serra no han encontrado la manera de contribuir a su conservación. En palabras del presidente de la Associació de Propietaris de Finques Rústiques de Balears, Fernando Fortuny, "el 95% de la Serra es propiedad privada, pero no nos tienen en cuenta".

En palabras de Holles, la base del manifiesto para cumplir sus objetivos será el diálogo y el consenso con los políticos. Aun así, Fortuny ha lamentado la acción de los políticos, "ellos hablan de consenso, pero nos han impuesto dos leyes: la de turismo y la de caminos". Además, el presidente de Tramuntana XXI ha afirmado que uno de los problemas del que es Patrimonio de la Humanidad desde 2011 es que "se ha transportado el modelo turístico a la Serra sin adaptarlo lo suficiente".

Antoni Martínez también ha añadido otros puntos importantes del manifiesto, como el hecho de mantener el prestigio y la personalidad de la Serra, aprovechar y conservar los recursos que da y, por último, "que el crecimiento urbano se haga a partir del reciclaje, de lo ya construído, en vez de realizar nuevas construcciones".

El vicepresidente de Tramuntana XXI Joan Mayol ha explicado en la rueda de prensa que el documento presentado "es el resultado del clamor de la sociedad civil", alegando que todos tienen intereses en conservar la Serra, ya sea porque se tiene un negocio ahí o por voluntad propia de querer preservarla, entre otros motivos.

Una unión de fuerzas

El Manifest per la Tramuntana aglutina a 39 entidades que representan a los diferentes sectores sociales y económicos que tienen un cierto interés en la conservación de la Serra, desde el Col·legi Oficial de Biòlegs de les Illes Balears hasta la Unió de Pagesos de Mallorca o la Associació d'Escriptors en Llengua Catalana.

Además, Holles ha afirmado que, a parte de las 37 entidades firmantes y las dos pendientes de ratificación, dentro de poco tiempo se añadirán más asociaciones.

En el pacto también está presente la UIB, y en su representación ha venido Bartomeu Alorda, del órgano responsable de Transferencia e Innovación de la Universitat. Alorda explica que la UIB, como "cultivadora del conocimiento", ha apoyado el pacto para que se haga una "gestión de la Serra desde la intelectualidad".

Por su parte, desde el Colegio de Arquitectos se ha expresado la necesidad del Manifest porque la Serra "tiene un gran patrimonio arquitéctonico", y por esta razón "se tiene que hacer comprender a la gente que compra propiedades el valor que tiene este espacio".

Tramuntana XXI nace dentro de Iniciatives XXI, un movimiento social de las Balears que quiere defender los intereses de los ciudadanos sobre su territorio ante, así como se definen, "el avance imparable y invasivo del turismo sin límite que afecta a todos los ámbitos". Así, su gran objetivo es dar voz a todo aquel que quiere preservar los valores patrimoniales, naturales y culturales mediante dos proyectos independientes y sin ánimo de lucro: Tramuntana XXI y Palma XXI. Este último quiere, así como explican, "reflexionar y diseñar el futuro de la ciudad, con perspectiva histórica y la participación ciudadana".

Últimamente se ha especulado con la retirada del título de Patrimonio de la Humanidad a la Serra, aunque desde Tramuntana XXI apuntan que "dudan mucho que se produzca". Aun así, Fernando Fortuny pide que, a pesar de que mucha gente se preocupa por la Serra de Tramuntana, "hace falta ocuparse de ella" y por esto "se tiene que reeducar a la gente para cambiar los valores".