La Inspección de Consumo está desarrollando actualmente una campaña de "comprador misterioso" para detectar posibles fraudes en internet o incumplimientos de la normativa que protege los derechos de los clientes. Esta iniciativa consiste en que el personal de este departamento se hace pasar por un cliente y realiza compras por vía telemática, para comprobar aspectos como que el producto que se envía es el que realmente se anuncia o si presenta deficiencias, y que se respeta el plazo de devolución con el correspondiente reintegro del dinero abonado, gastos de envío incluidos.

Esta campaña se desarrolla compaginándola con las actuaciones que los inspectores están realizando actualmente en sus visitas a zonas turísticas, donde se está haciendo especial hincapié en la vigilancia de que en sus supermercados no se vendan productos sobrantes de temporadas anteriores y con fechas de caducidad superadas o próximas.

En campañas anteriores se comprobó que en un 30% de las devoluciones de productos no se respetaron los derechos de los clientes.