José Manuel García-Margallo es un verso libre y, como tal, lo primero que hizo ayer en el acto en Palma para presentar su candidatura fue reconocer ante los medios sus puntos flacos como candidato a la presidencia del Partido Popular. Según el exministro de Asuntos Exteriores del gobierno de Mariano Rajoy, le ha perjudicado que se haya requerido a los militantes que se inscriban para votar, lo que considera "un requisito totalmente innecesario" y, en segundo lugar, que no haya habido un debate entre los seis candidatos. "Esto se ha convertido en una cita a ciegas", aseguró minutos antes de su intervención ante un auditorio que contó con notables ausencias.

Margallo sabe que, a diferencia de los tres candidatos favoritos -Soraya Sáenz de Santamaría, Pablo Casado y María Dolores de Cospedal-, él es un aspirante "que no ha tenido poder administrativo, ni poder territorial, ni poder sobre las Nuevas Generaciones", por lo que su campaña se basa en el "contacto directo" con los militantes. Su objetivo es "llamarles a una reflexión y a un voto individual". De hecho, el lema de su campaña es 'decide tú'.

Se define como un candidato " outsider". "Soy como Donald Trump, pero en demócrata", afirmó haciendo un símil con el presidente norteamericano, que llegó a ser candidato presidencial de los republicanos sin contar con el apoyo del aparato del partido.

Muy crítico con los tres candidatos favoritos, a los que achaca haber llevado a España a la primera moción de censura de la democracia que ha salido adelante, y a una mala gestión del conflicto catalán, el exministro no se queda corto con los calificativos: "Son las dos viudas y el hijo adoptivo de Mariano Rajoy". Él es el "hermano separado" del expresidente, con quien todavía puede tener una "relación fraternal" pero que ha mantenido sus discrepancias antes, durante y después de ser ministro.

Margallo confirmó ayer que no piensa integrarse en ninguna otra candidatura. Culpa a los actuales dirigentes de la "desafección política" de miles de militantes del PP, como lo muestra la "pobre inscripción" del 7,6 por ciento del censo de afiliados.

Acudieron al acto el presidente del PP balear, Biel Company, la portavoz parlamentaria, Margalida Prohens, o la concejal de Palma, Marga Durán. Entre otros, Antonio Gómez, Fernando Rubio o Josep Ignasi Aguiló, aunque el auditorio fue menor que el que reunió el pasado martes Sáenz de Santamaría.

Company presentó a Margallo como un hombre "que no rehuye la discrepancia, si hace falta" y que "dista de lo políticamente correcto que se ha instalado en nuestra sociedad".

Prospecciones, mérito del PP

El presidente del PP balear manifestó, por su parte, satisfacción por la aprobación el viernes por parte del Consejo de Ministros de la protección del corredor de migración de cetáceos que prohíbe las prospecciones petrolíferas. Company aseguró estar "muy contento", pero añadió que "hay que dejar muy claro que lo hizo el PP; el gobierno de Mariano Rajoy es el que impulsó este Real Decreto que se ha aprobado ahora para proteger nuestro entorno frente a las prospecciones petrolíferas".

Asimismo, y en relación a la aplicación de la bonificación del descuento del 75 por ciento a los residentes de Baleares, pidió a la presidenta del Govern, Francina Armengol "que se deje de postureos". El líder del PP cree que el "discurso de Madrid me mata" ya no le funciona a Armengol, por lo que "ahora sí que tiene un problema". En este sentido, instó al Gobierno de Pedro Sánchez a poner "immediatamente" la bonificación a disposición de los baleares.