Treinta sobrasadas. De Mallorca al Vaticano. El nuevo cardenal Luis Ladaria aprovechó la visita de más de medio centenar de mallorquines a Roma para su proclamación, para encargar 30 piezas de sobradas de la isla para regalar como detalle a la Curia vaticana, concretamente a su Congregación. De modo que el jesuíta manacorí se estrena trayendo la tentación a la Santa Sede y convirtiendo el porc negre en el nuevo placer culpable de la cúpula eclesiástica. No está claro si habrá también para el Papa Francisco.

Y es que Ladaria "no deja de ser mallorquín". Lo recordaba el obispo Sebastià Taltavull, señalando que el nuevo cardenal, pese a trabajar desde hace años en Roma nunca "ha renunciado a Mallorca". Ahí hay una prueba de ello.

Además de las sobrasadas, Ladaria tendrá en el Vaticano el libro sobre la iconografía de Ramon Llull. Fue el obsequio del Consell de Mallorca para la ocasión. La directora insular de Patrimonio, Kika Coll, fue la encargada de darle en mano el obsequio aprovechando la visita de cortesía posterior al consistorio cardenalicio. Cabe recordar que la canonización del beato está sobre la mesa y según el obispo Taltavull es un tema "muy avanzado" que "controla" el propio Papa Francisco.

Visita de cortesía

En las visitas de cortesía, una delegación de Mallorca encabezada por el Obispo Taltavull y el auxiliar de Barcelona, el mallorquín Antoni Vadell, junto con la consellera de Hacienda del Govern, Catalina Cladera, además de Coll y el resto de miembros del obispado desplazados se hicieron una foto de familia junto con el nuevo cardenal Ladaria entre gritos de "¡Mallorca!¡Mallorca!".

Más de medio centenar de personas de la isla acudieron a la Ciudad del Vaticano para la ocasión. El Obispo se encontró entre los muros vaticanos con los aplausos de decenas de familiares y amigos de Ladaria, llegados de Manacor, que primero presenciaron la ceremonia en la basílica, haciendo cola para ver al nuevo cardenal en la Sala Ducale de la Santa Sede.