El Consell propondrá que se puedan autorizar nuevas licencias de alquiler turístico en las zonas litorales maduras durante julio o agosto y durante otro mes del resto del año. Es la manera con la que el departamento de Territorio que dirige Mercedes Garrido intentará sortear la prohibición de las estancias turísticas en viviendas en los núcleos costeros saturados aprobada ayer por la Comisión Balear de Medio Ambiente mientras "no se introduzcan medidas de temporalización que eviten que esta actividad se produce mayoritariamente en época estival".

Territorio recurrirá al Plan de Intervención de Ámbitos Turísticos (PIAT) para introducir estos supuestos, después que Medio Ambiente introdujera condiciones al informe favorable aprobado ayer en el pleno de la Comisión Balear de Medio Ambiente. El documento se aprobó por asentimiento de todos los presentes, a excepción de la abstención del representante del la Federación de Entidades Locales de Balears, Felib.

La Comisión Balear de Medio Ambiente acordó ayer prohibir el alquiler vacacional en todas sus modalidades en las zonas turísticas maduras - Palmanova, Magaluf, Santa Ponça y s'Arenal de PalmanovaMagalufSanta Ponças'ArenalLlucmajor -, si bien abrió la puerta a que se pueda realizar esta actividad fuera de los meses de verano a través del PIAT. Para ello, este instrumento de planeamiento deberá fijar los parámetros, la temporalidad o las condiciones en las que esta oferta se comercializa, siempre y cuando no se haga "mayoritariamente" durante la temporada alta, para preservar los recursos naturales y evitar mayor presión demográfica.

Este matiz fue introducido a partir de una alegación del Consell ante el informe de Medio Ambiente, aseguró la consellera insular de Territorio, Mercedes Garrido. Aunque el presidente de la Comisión Balear de Medio Ambiente, Antoni Alorda remarcó a la salida del pleno que en las zonas saturadas no debería haber nueva oferta de plazas de alquiler turístico "en época estival", la propuesta de Garrido sí que incluiría uno de los dos meses fuertes de la temporada alta, julio o agosto.

En el caso de que durante los próximos dos años el Consell no fuera capaz de aprobar el PIAT, entonces esta prohibición resultaría definitiva hasta que el instrumento regulador de la actividad turística entre en vigor. En cuanto al resto de núcleos de costa, Alorda recordó que el alquiler turístico "se acepta porque la zonificación es provisional, aunque el PIAT tendría que valorar si hay alguna zona que no ha sido calificada de saturada y finalmente lo sea"

El director insular de Territorio, Miquel Vadell, aseguró durante el pleno de la Comisión que "con la aprobación inicial del PIAT se podrán introducir nuevos matices que la rigidez de la zonificación no permitía".

Por lo que respecta al suelo rústico común, la prohibición de nuevas licencias para alquiler turístico también fue acordada por Medio Ambiente, e igualmente el órgano que preside Antoni Alorda fija como garantía para permitir que en un futuro se autoricen nuevos establecimientos a la inclusión en la revisión del Plan Territorial de las garantías necesarias de control del impacto sobre el medio rural, y medidas correctoras en materia de sostenibilidad.

De hecho, el Consell también deberá introducir en el PIAT la condición de que la parcela "esté cuidada agrariamente", explicó Garrido, para que se pueda permitir el alquiler turístico en el suelo rústico.

Dos años de plazo

Así pues, con el informe favorable de Medio Ambiente, con las prescripciones introducidas respecto a las zonas turísticas saturadas y el suelo rústico, Territorio ya tiene vía libre para aprobar la zonificación. Garrido recordó ayer que ésta tendrá luz verde junto a la aprobación inicial del PIAT "dentro del mes de julio". Aun así, no pudo asegurar que el Plan de Intervención de Ámbitos Turísticos esté aprobado definitivamente antes de final de legislatura.

En cualquier caso, el informe vinculante de Medio Ambiente aprobado ayer le da un plazo de dos años para que, en caso de no haberlo aprobado, el Consell actualice la zonificación y aclare qué zonas turísticas no consideradas maduras actualmente no tienen capacidad para acoger a más turistas.

Medio Ambiente ha impuesto estas nuevas limitaciones aduciendo el consumo de recursos naturales y energéticos. "Sabemos que los equipamientos e infraestructuras están al límite", afirmó Alorda.