El Consejo de Ministros ha aprobado esta mañana a través de un Real Decreto la protección del corredor de migración de cetáceos del Mediterráneo que comprende la zona que separa la costa catalana y valenciana de la balear declarándola Área Marina Protegida. Esta nueva figura de protección cierra la puerta a los proyectos de prospecciones petrolíferas en esta zona.

La superficie total del área protegida es de más de 46.000 kilómetros cuadrados.

En esta franja marítima habitan cetáceos como el rorcual común, que en su ruta migratoria por el Mediterráneo pasa entre la costa de la Península Ibérica y Baleares. También se ha documentado la presencia del cachalote, el delfín mular, común y listado.

El ruido submarino puede afectar gravemente la vida de los cetáceos y otros seres marinos. Puede conllevar la interrupción de actividades vitales como la alimentación o la reproducción, puede desorientarlos en su camino migratorio.

La asociación Mar Blava y el propio Govern balear habían reclamado al gobierno estatal medidas efectivas para proteger la zona y para impedir la proliferación de proyectos que incluyeran prospecciones, como los que se han tramitado durante los últimos años, generando una importante movilización ciudadana en su contra.