Medio Ambiente obligará al Consell de Mallorca a prohibir el alquiler turístico en todas sus modalidades en las zonas turísticas litorales declaradas maduras en la zonificación realizada por la institución insular. Así Palmanova, Magaluf, Santa Ponça, Peguera y s'Arenal de Llucmajor no podrán autorizar ninguna nueva licencia para cualquier tipología de alquiler vacacional porque la Comisión Balear de Medio Ambiente considera que, precisamente por su condición de zonas saturadas, no pueden permitirse más carga humanano pueden permitirse más carga humana.

Consumo de agua, tratamiento de aguas residuales, incluso colapso cirtulatorio. El organismo que preside Antoni Alorda enumera los problemas ambientales graves que sufren dichas zonas, y afirma que no se puede consentir mayor aprovechamiento turístico de las mismas.

Tampoco en suelo rústico común se podrá llevar a cabo el alquiler vacacional, en ninguna de sus modalidades, "hasta que se establezcan criterios y medidas ambientales, de sostenibilidad, paisajísticas y de apoyo a la actividad agraria", entre otros requisitos. Medio Ambiente exige al Consell que si quiere autorizar el alquiler turístico en rústico, deberá fijar y acreditar estas medidas en el Plan de Intervención en Ámbitos Turísticos (PIAT).

Estas medidas solo afectarán a las viviendas que inicien los trámites una vez aprobada la zonificación.

Según el informe que se someterá hoy a votación en el pleno del máximo órgano ambiental de la Comunidad, un turista consume casi 3,5 veces más agua que un residente y casi cuadruplica el gasto energético. Además, el alquiler vacacional implica "cargas de población que tienen como resultado problemas ambientales". Estos son, estaciones depuradoras con capacidad de tratamientos no adecuadas, sobreexplotación de acuíferos, incrementos de gasto energético y de volumen de residuos y un aumento "muy notable" de saturación de las carreteras y autopistas por el incremento significativo de coches de alquiler.

La propuesta del departamento que dirige la socialista Mercedes Garrido en el Consell era mucho más permisiva, ya que establecía que se podía desarrollar la modalidad de sesenta días al año tanto en viviendas unifamiliares como en pisos en los núcleos litorales turísticos anteriormente mencionados a excepción de s'Arenal, donde solamente se permitiría alquilar turísticamente por dos meses las viviendas unifamiliares. En el suelo rústico común, la zonificación del Consell permitía el alquiler turístico en viviendas unifamiliares durante todo el año.

El informe de la Comisión Balear de Medio Ambiente va más allá y establece que el PIAT deberá determinar si el resto de zonas turísticas que, de momento, no se han clasificado como saturadas "no tienen recursos ni equipamientos dimensionados para acoger más plazas turísticas y por tanto se encuentran en una situación insostenible desde el punto de vista ambiental", pasarían a tener consideración de saturadas con la consecuente prohibición de nuevas autorizaciones.

No es la primera vez que un informe de la Comisión que dirige Antoni Alorda (Més) supone un varapalo para un plan en manos de sus socios de gobierno socialistas. Si hace semanas este diario daba a conocer el duro informe sobre el Plan Director Sectorial de Movilidad, ahora los técnicos de Medio Ambiente proponen, en un informe vinculante, cambios profundos en cuanto a la planificación inmediata de las nuevas autorizaciones de plazas de alquiler turístico.

Provisional e "incierto"

Mientras el Consell no desarrolle la delimitación definitiva de las zonas turísticas mediante el PIAT, la zonificación declarará provisionalmente las zonas aptas para la comercialización de viviendas con uso turístico, a excepción de Palma. Por tanto, estará vigente solo hasta que se apruebe el PIAT y afectará a 42.718 plazas, aunque "no se sabe el número que se adjudicará al municipio de Palma ni cuantas serán para hoteles y cuantas para estancias turísticas en viviendas", remarca el informe de Medio Ambiente.

El documento también insiste en que la zonificación "tampoco puede evaluar los efectos de la oferta ilegal", y "en este mar de incertidumbre se hace difícil realizar una evaluación ambiental precisa".

Según parece, el Consell tiene previsto intentar alguna fórmula para impedir la prohibición total que propone Medio Ambiente en las zonas de litoral saturadas, incluyendo en el Plan de Intervención de los Ámbitos Turísticos la posibilidad de que se realice alquiler vacacional en casas unifamiliares, al menos, un mes en la temporada alta. Igualmente, el departamento de la socialista Mercedes Garrido baraja incluir en el PIAT las zonas rústicas en las que se considera posible el alquiler vacacional, intentando acreditar el cumplimiento de los parámetros ambientales.