El mallorquín Luís Ladaria ya es nuevo cardenal de la Iglesia Católica. El jesuíta, nacido en Manacor, ha recibido el birrete y el anillo cardenalicio esta tarde de manos del Papa Francisco en la Basílica de San Pedro en el Vaticano, donde han sido creados otros diez purpurados.

El primer cardenal mallorquín en 200 años ha entrado a la Basílica flanqueando al Máximo Pontífice solo un paso por delante. Entre el clero asistente a la cita estaba el obispo de Mallorca, Sebastià Taltavull, y también el obispo auxiliar de Barcelona, el mallorquín Antoni Vadell. Unos 50 mallorquines han acompañado a Ladaria.

A Ladaria le preceden como cardenales mallorquines Antoni Despuig (1745-1813), Jaume Pou (1497-1563), Antoni Cerdà (1390-1459) y Nicolau Rosell (1314-1362).

Luis Ladaria, nuevo cardenal mallorquín, entra en la Basílica de San Pedro

Luis Ladaria, nuevo cardenal mallorquín, entra en la Basílica de San Pedro

El jesuita nacido en Manacor ha sido uno de los 14 nuevos cardenales procedentes de varios países, once de ellos electores para un posible cónclave, creados hoy por el papa.

Ladaria que ocupa uno de los cargos más importantes en la Curia, el Gobierno de la Iglesia católica, tiene 74 años, y por tanto formaría parte del cónclave y habrá así cinco cardenales españoles.

El papa en la homilía recordó a los nuevos cardenales que "la máxima condecoración" y la "mayor promoción" que pueden obtener es "servir a Cristo en el pueblo fiel de Dios, en el hambriento, en el olvidado, en el encarcelado, en el enfermo, en el tóxico-dependiente, en el abandonado".

Les instó a que nunca miren a los "a los demás por encima del hombro" y que solo es "lícito mirar a una persona desde arriba hacia abajo, cuando la ayudamos a levantarse".

Tras la homilía, el papa leyó la fórmula de creación de los nuevos purpurados y siguió después la profesión de Fe y el juramento de los cardenales leída en nombre de todos el patriarca caldeo, Louis Raphaël I Sako.

De rodillas ante el papa, recibió el birrete que el papa les recordó que es "rojo como signo de la dignidad del oficio de cardenal, y significa que estás preparado para actuar con fortaleza, hasta el punto de derramar tu sangre por el crecimiento de la fe cristiana".

Y el anillo "signo de esa dignidad, de solicitud pastoral y de más sólida unión con la Sede del Apóstol San Pedro".

El papa intercambió después el beso de la paz con los nuevos miembros del Colegio Cardenalicio, entre ellos Ladaria, y les asignó una diaconía, una parroquia romana, con la que están vinculados al clero de Roma.

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Luis Ladaria, nuevo cardenal