El arzobispo Luis Ladaria, actual mano derecha del Papa Francisco, se convertirá hoy en el primer cardenal mallorquín en los últimos doscientos años. Como nuevo purpurado, el jesuita nacido en Manacor, podría votar en un eventual cónclave para elegir al sucesor de Jorge Bergoglio. Ladaria, que asume esta proclamación como "un gesto de confianza" por parte del Papa, arremetió ayer contra los encubrimientos de casos de pederastia en el seno de la Iglesia católica: "Eso es favorecer que estos abusos continúen".

"El hecho de que estos casos se estudien, se traten y se castigue debidamente a quien ha cometido este crimen es algo que nos interesa mucho también para la prevención y para que se vea que hay conciencia de este problema y que no se quiere cubrir", compartió ayer el también prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, Luis Ladaria, en un encuentro con los medios recogido por agencias. El desde hoy nuevo cardenal mallorquín reconoció que "hubo un tiempo en que se tendía a cubrir", pero que esa actitud debe acabar ya que "favorece que los abusos continúen".

Las declaraciones del miembro de la Curia en las vísperas de su creación como cardenal cobran relevancia en un momento en que pesa sobre él una citación de la justicia francesa como acusado por un caso de encubrimiento de abusos junto al también cardenal y arzobispo de Lyon, Philippe Barbarin, por no poner en conocimiento de las autoridades el reciente testimonio de antiguos monaguillos víctimas de abusos a final de la década de los ochenta en una parroquia de la ciudad francesa. La fecha prevista para su declaración es enero de 2019.

Más allá de esta cuestión, el nuevo cardenal mallorquín aseguró ayer que hay "muchos asuntos que tratar. Hay que estudiarlos bien, prepararse bien, y hay que pensar y reflexionar sobre ellos", aunque evitó especificar cuáles. "La iglesia avanza siempre y va siempre adelante", detalló la mano derecha de Francisco, para quien el sumo pontífice "ha traído un aire nuevo, de mucho gozo y de mucha esperanza" a la Iglesia. "Nos trae esa cercanía a las personas, al pueblo y a la gente que nos va a ayudar a todos mucho, nos está ayudando ya a todos", resaltó.

"Naturalmente estaba ya en una función que prácticamente era una posibilidad con la que tenía que contar", confesó Ladaria sobre su nombramiento. "Todos mis predecesores en la historia han sido cardenales", añadió. En este sentido, avanzó que seguirá trabajando "tranquilamente en silencio" en los distintos asuntos.

Quinto cardenal mallorquín

Para el consistorio público en el que el mallorquín recibirá hoy en el Vaticano el solideo y el birrete cardenalicio de manos del Papa Francisco, se han desplazado a Roma más de medio centenar de mallorquines, entre la familia de Ladaria y una delegación de la Iglesia de Mallorca, encabezada por el actual obispo Sebastià Taltavull, al que acompañará el vicario episcopal de Palma y los arciprestazgos de Ponent y Miramar-Vall de Sóller, Marià Gastalver.

La creación de Ladaria como nuevo cardenal es un hecho de calado en la Iglesia de Mallorca ya que se trata del primer purpurado en los últimos 200 años. El último fue el cardenal Antoni Despuig, fallecido en 1813. Con Ladaria, habrá habido en toda la historia cinco cardenales mallorquines.

Por su edad, a sus 74 años, Ladaria podría participar como elector en un eventual cónclave para elegir nuevo pontífice, hasta cumplir los 80 años.

Preguntado sobre si las mujeres podrán ser algún día sacerdotes, Ladaria pidió no caer "en el error de pensar que el papel de la mujer en la Iglesia es solamente el problema de si tiene o no tiene funciones ministeriales de orden sagrado". "Desde hace tres semanas tenemos en la Congregación de la Fe tres consultoras, lo cual nunca había ocurrido. Y en la Comisión Teológica hay seis mujeres", quiso destacar el mallorquín.