Drones sobrevolarán en las próximas semanas los campos y cultivos de Mallorca en busca de nuevos casos de Xylella fastidiosa. El Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) ha desarrollado un sistema de teledetección de la mortal bacteria, que se estima que afecta a un millón de almendros en las islas, además de otras especies como viñas, olivos, acebuches y plantas ornamentales. Esta nueva tecnología permite registrar los cambios fisiológicos que produce el fitopatógeno aunque los cultivos parezcan sanos y detectar así la plaga antes de poder ver sus primeros síntomas.

Los detalles del nuevo método, desarrollado por un equipo internacional de investigadores de la Comisión Europea en el que han participado científicos del CSIC, se publicaron ayer en la revista Nature Plants. Este sistema consiste en cámaras hiperespectrales y con sensores térmicos que, instalados en drones o aviones tripulados, sobrevuelan las áreas que se quieren evaluar. Estos sensores registran los cambios fisiológicos y bioquímicos que se producen en una planta afectada por la enfermedad antes de que pueda ser detectada visualmente por sus síntomas, caracterizada en almendros por la coloración amarilla de las hojas desde la punta.

Este método de detección a través de drones se pondrá en práctima en las próximas dos semanas en España, primero en cultivos de almendros de Alicante y luego sobre los viñedos de Mallorca.

80% de fiabilidad en Italia

Este sistema ya ha sido puesto a prueba en la región de Apulia, en el sur de Italia, la primera zona de la Unión Europea en que se confirmó la presencia de la bacteria. Cabe recordar que investigadores baleares sostienen que la bacteria llegó antes a Mallorca, procedente de California, a través de cultivos experimentales durante la década de los noventa. En las áreas evaluadas en la región italiana el sistema de teledetección ha obtenido una fiabilidad de diagnóstico del 80%.

Una vez confirmada su eficacia en olivos, confían en que también funcione en otros árboles y plantas, de los que la Xylella afecta en su proceso de fotosíntesis y en su transpiración. Según relatan los investigadores, "los árboles visualmente asintomáticos originalmente puntuados como afectados por alteraciones espectrales del rasgo de la planta, contagiaron la Xylella a casi el doble de la tasa de árboles asintomáticos clasificados como no afectados por la teledetección". "Demostramos que las alteraciones espectrales del rasgo de las plantas causadas por la Xylella son detectables de forma preliminar a escala del paisaje, un requisito clave para ayudar a erradicar algunas enfermedades devastadoras de plantas".