El Consell de Mallorca desató ayer una inesperada batalla política al proponer 'in extremis' que los particulares que se dedican al alquiler turístico y los pequeños hoteles de interior paguen hasta un 30% menos que los hoteleros por adquirir cada plaza turística en propiedad.
El titular de Turismo del Consell, Cosme Bonet, presentó su propuesta contra todo pronóstico ayer por la mañana pocas horas antesde la reunión del Consorcio de la Bolsa de Alojamientos Turísticos (CBAT), que pilota la conselleria de Turismo y cuya junta rectora debía votar la propuesta del Govern de una tarifa única de 4.000 euros por plaza. Ese es el precio que los responsables de Més en la conselleria quieren que pague sea quien sea el que tramite una plaza turística. "No nos interesa dónde duerme el turista", sentenció del director general de Turismo Antoni Sansó, sino que las plazas 'permanentes' tengan el mismo precio "como estipula la ley".
La reunión finalizó sin llegar a abordar este punto, ante las "dudas jurídicas" de Turismo sobre la propuesta del Consell de "hacer diferencias entre plazas turísticas", según explicó el director general de Turismo al finalizar la reunión.
La cuestión de fondo que tensó el encuentro es la propuesta de precio de la Conselleria de Turismo para las plazas hoteleras y las plazas de alquiler vacacional para viviendas unifamiliares y que la patronal del alquiler turístico, Habtur, ya había criticado por "inasumible". El Govern equipara estos dos tipos de plazas y les otorga un mismo precio: 4.000 euros. En cambio, fija un precio de 1.000 euros por plaza plurifamiliar a pagar en cinco años y 333,33 euros por lustro para los que se acojan a la modalidad de sesenta días.
El departamento de Turismo del Consell pretende un precio "más asumible"y "un poco más barato" y para las plazas de viviendas unifamiliares, en palabras de Cosme Bonet, y en clara línea con lo defendido por Habtur. "Necesitamos reflexionar conjuntamente sobre si el precio para unifamiliares y hoteles debe ser el mismo", aseguró el conseller insular de Turismo. "Probablemente hayan faltado horas o días para hablar", añadió.
Por su parte, Sansó apuntó que, en realidad "nunca hemos estado cerrados a discutir una nueva propuesta". No obstante, desde el Consell aseguran haber pedido sin éxito en la tarde del lunes retirar la propuesta de la orden del día, extremo que desde la conselleria de Busquets niegan. Ante esta situación Cosme Bonet y Mercedes Garrido decidieron hacer llegar una propuesta de tarifas "progresiva", que finalmente se ha dejado encima de la mesa durante una semana más.
Las dudas de la conselleria de Turismo van en el sentido de que la Ley de Turismo no permite "diferenciar" entre plazas turísticas, tal y como pretende Bonet, que también se mostró partidario de que haya un precio reducido para determinadas plazas hoteleras, como los hoteles de interior y los agroturismos.
Pese al evidente malestar que generó la propuesta de última hora del Consell en la conselleria de Bel Busquets, Antoni Sansó manifestó estar "seguro que nos entenderemos". Aunque reconoció la tardanza del Consell a la hora de presentar su punto de vista al respecto, insistió: "no es ningún drama".
Tensión
En todo caso, aunque oficialmente se intentó quitar hierro al asunto, el equipo de Bel Busquets estaba molesto ayer por el fondo y la forma de la propuesta del conseller insular Cosme Bonet. Fuentes de Turismo confirman que llevaban semanas esperando cerrar un acuerdo sobre el precio de las plazas, y que la Conselleria ya había advertido que su documento contaba con el aval de los servicios jurídicos.
Sin que se hubiera tenido ocasión de trabajar una contrapropuesta, llegó la iniciativa del Consell de rebajar hasta un 30% el precio de la compra respecto de lo que pagará un hotelero, en el caso de que se trate de una plaza para explotar en un piso turístico. Una fórmula que sin duda se alinea con la patronal del alquiler vacacional, Habtur, y que dejó ayer mal cuerpo al equipo de Busquets.
En todo caso, la reacción de Turismo fue dejar la cuestión sobre la mesa para evitar una discusión y votación en las que se pudiera escenificar un cisma. El caso es que con la zonificación turística camino de su aprobación definitiva, y por tanto con la posibilidad por primera vez de que propitarios de pisos que cumplan los requisitos de zona e intensidad fijados por el Consell puedan adquirir plazas, será imprescindible que éstas tengan un precio acordado en el seno del consorcio.
Y es que a partir de la reforma de la ley turística aprobada hace un año los pisos se han incorporado como una tipología de alojamiento turístico, y por tanto aquellos que deseen poderlo explotar de manera legal deben comprar las plazas en función de su capacidad, y hacerlo según la tarifa que haya fijado el Consorcio de la bolsa de alojamientos turísticos.
Finalmente, el Govern emplazó las partes a presentar nuevas aportaciones hasta este mediodía, de cara a que se puedan volver a discutir el próximo martes en una nueva sesión de la junta rectora. El Govern pretende enviar mañana a las partes las sugerencias que se incorporen.
Habtur, ya ha avanzado que presentará una propuesta "a la baja" que refleje su descontento con el documento de Bel Busquets y Antoni Sansó, que equipara plazas hoteleras y unifamiliares. "La propuesta del Govern no nos parece buena, pero estamos satisfechos de que se abra una puerta al diálogo", afirmó la gerente de la patronal, Maria Gibert.
La Federación Hotelera, en cambio, se mostró partidaria de los precios propuestos para hoteles y unifamiliares y, por contra, ni se molestó en opinar sobre el precio que debería pagar un particular para comprar plazas y explotarlas en pisos, al considerar que esta fórmula no tiene cabida en el modelo, ya que "no proporciona la calidad requerida".
Después de que se diera a conocer el desencuentro entre instituciones, El Pi solicitó la comparecencia parlamentaria de la consellera de Turismo, Bel Busquets, para que explique el sistema seguido por la junta del Consorcio Bolsa de Alojamientos Turísticos a la hora de cuantificar económicamente las plazas turísticas.
"El Govern está completamente desorientado en relación al alquiler turístico", afirmó Josep Melià, en rueda de prensa. Por su parte, Jaume Font aseguró sentir "enormemente que sean los grandes hoteleros los que vayan a beneficiarse de todas estas medidas".
En lo que sí hubo acuerdo ayer fue en la inversión de 10,6 millones de euros para la rehabilitación de zonas turísticas. La junta rectora del Consorcio dio su visto bueno a destinar esta cantidad para que los ayuntamientos de Mallorca puedan presentar sus proyectos de reconversión.
