La presentación de la memoria de Projecte Home de 2017 también sirvió para hacer balance del primer año de actividad del Projecte Ciber, un programa nacido el pasado mes de junio destinado al tratamiento de jóvenes que presentan un uso compulsivo de las nuevas tecnologías. Lo que incluye apuestas deportivas on-line, un fenómeno en expansión.

"Es un programa dirigido a atender adicciones en las que no hay sustancias de por medio. Durante este primer año un total de 28 personas han iniciado tratamiento. No presentan un consumo abusivo de drogas, solo una adicción hacia las nuevas tecnologías. A día de hoy vienen catorce jóvenes con sus familias", explicó Jesús Mullor, presidente ejecutivo de Projecte Home en Balears.

"En total hemos dado tres altas. Algunos se han quedado por el camino y otros no siguen las pautas que les hemos dado, pero nos consta que la familia ha sido suficiente para contener el problema", añadió Mullor.

Ciber es otra de las iniciativas que ha tenido que poner en práctica esta entidad para adaptarse a los nuevos tiempos -y las nuevas adicciones- de la sociedad. Tomeu Català, presidente de las tres fundaciones que dan apoyo a Projecte Home, recordó qué motivó la fundación de esta entidad, que en 2017 cumplió 30 años de existencia.

"Nacimos para responder a la epidemia de la heroína. Entonces había dos problemáticas: el Sida y la inseguridad ciudadana. Queda un remanente de personas de aquella época, pero la evolución ha sido muy grande. A día de hoy ha habido una normalización y la familia de los adictos viene a hacer el programa para acompañarles", evocó el fundador de Projecte Home.

Català recordó asimismo que ellos también tuvieron que corregir algunos protocolos al darse cuenta de que cometían un error. "Los primeros jóvenes que venían con una adicción a la heroína tenían 21 o 22 años. Cuando les incluíamos con alguien de 40 años en la terapia en realidad les hacíamos daño. De ahí nació Projecte Jove, que desde el año pasado cuenta con el Projecte Ciber", contó orgulloso Català.

"No demonizamos el uso de las nuevas tecnologías", terció Mullor. "Tienen muchas posibilidades, pero también una ventana a usos inadecuados", advirtió.