Las lluvias y las bajas temperaturas de esta primavera hacían presagiar, según señalaban desde el propio Govern, que la visualización de los síntomas de Xylella se haría esperar hasta mediados del próximo mes de julio. Sin embargo, parece que ni esta última primavera fría está frenando los síntomas de la bacteria en la isla. Según informan payeses a este diario, en los últimos días ya empiezan a ser visibles en campos de almendros el característico color amarillento de las hojas de aquellos afectados por la mortal bacteria en algunos puntos de la isla.

Cabe recordar que el pasado verano fue perfectamente visible el avance de la mortandad de almendros, atribuida finalmente a la plaga, durante todo el verano en lo que Govern y entidades agrarias definieron de "explosión" por el enorme número de árboles que los presentaron.

Según las estimaciones, la plaga ha afectado en la última década a hasta un millón de almendros en la isla.