En el juzgado de guardia de Palma se ha registrado esta mañana una denuncia, que está firmada por el juez Penalva y por la inspectora del grupo de Blanqueo de la Policía, porque se sienten injuriados por las descalificaciones que les dedicó un agente de la Policía Local que está siendo investigado por graves delitos de corrupción. Se trata de Antoni Garí Horrach, quien estuvo en prisión preventiva durante casi un año como consecuencia de la investigación que realizó el citado grupo policial, bajo la supervisión del magistrado.

Garí se sumó al movimiento 27 N, impulsado por el abogado Coco Campaner, con el que pretendía denunciar lo que entendía que eran graves irregularidades en la instrucción. De hecho, el abogado presentó varias denuncias contra el juez y contra el fiscal Subirán, aunque ninguna de ellas fue aceptada a trámite.

El policía imputado escribió en el muro de Facebook del abogado Campaner. Entre otros argumento, el agente escribió: "cuando unos presuntos criminales, juez Penalva y fiscal Subirán, con la colaboración necesaria de los integrantes del grupo de Blanqueo del CNP, capitaneados por Blanca...cuando estos despojos de la sociedad mienten, falsean, engañan, manipulan, todavía no se con que oscuro fin".

En otro párrafo añade que "para que se investigue a la verdadera trama, a la verdadera banda criminal organizada, pero que se investigue sin amiguismos, sin cooperativismos, sin miramiento alguno. Que si se demuestra, con las pruebas que ellos nunca tuvieron y tuvieron que inventar, ahora sí se tienen contra ellos. Que sean perseguidos y castigados, igual que ellos hicieron con gente inocente". También escribió que "se les trate como lo que son: presuntos. Lo que ellos olvidaron, la presunción de inocencia, yo si quiero que la tengan, porque yo no falté ese día a clase y se que nadie es culpable hasta que se demuestra lo contrario".

Este agente fue enviado a prisión después de demostrarse, presuntamente, que había utilizado su influencia como policía para conseguir, en un tiempo récord, la clausura del local de copas que tenía El Ico en la plaza Gomila. Garí era el propietario del local donde se había instalado el bar y para justificar el cierre, por exceso de ruido, se cree que se manipuló el aparato que nivel de decibelios. Además, este policía ha sido identificado por varios de los denunciantes, que lo señalan entre el grupo de agentes de la Patrulla Verde que supuestamente se habría dedicado a extorsionar a empresarios. El policía no formaba parte de esta unidad.