El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, intentará "sentar las bases" de un nuevo modelo de financiación autonómica en esta legislatura, pero, en un gesto de honestidad, asume que no podrá cerrar un acuerdo definitivo en los dos años que, como máximo, quedan hasta que decida convocar elecciones generales.

Así lo precisó ayer la portavoz del Ejecutivo y ministra de Educación, Isabel Celaá, tras las quejas de las Comunidades Autónomas, también las gobernadas por el PSOE, a la renuncia por parte de Sánchez a lograr un acuerdo en esta materia en lo que resta de legislatura, cuando desde la oposición no dejó de urgir a Mariano Rajoy a que pusiera una propuesta sobre la mesa. La portavoz recordó el compromiso de Sánchez a mejorar los aspectos de la financiación autonómica "más perentorios".