Con un rosario en la mano. Así se plantó Iñaki Urdangarin en la cárcel de Brieva el pasado lunes. Así lo asegura en portada Lecturas, que revela que el marido de la infanta Cristina se refugia en la religión en sus primeros días privado de libertad. La foto que acompaña el texto dice todo lo demás: un hombre delgado, desencajado y con cierto temor en su mirada

"¿Cuándo hay servicios religiosos?". Fue una de las primeras frases que pronunció Iñaki Urdangarin cuando entró el lunes a primera hora de la mañana en la prisión de Brieva. Uno de los condicionantes que influyó en su elección de esta prisión de mujeres, fue, según la revista, saber que su capellán es el jesuita José María Fernández Martos, un hombre bondadoso y culto, autor de varios libros, que después de treinta años de servicio en prisiones sabe entender y disculpar las mayores faltas.