La Comisión Técnica de Memoria y Reconocimiento Democrático comenzó ayer su andadura sin la presencia de la sociedad civil mallorquina. Memòria de Mallorca acudió a la reunión para comunicar su abandono y expresar su malestar por la "infrarrepresentación"en el organismo de las entidades memorialistas de la isla, que solo cuentan con un voto. El Govern les dio una semana para dar con una solución consensuada a su reclamación, si bien no descartó proseguir sin su presencia dado que la puesta en marcha de la Ley de Memoria y Reconocimientos Democráticos es un asunto "muy delicado y necesario".

"Es una injusticia. No tendremos capacidad de decisión y para cualquier proyecto estaremos sometidos a la voluntad de la administración", denunció Maria Antònia Oliver, presidenta de la asociación Memòria de Mallorca, quien lamentó el escaso peso de la sociedad civil de la isla en la comisión. "La conselleria de Cultura cuenta con cuatro votos, los Consells insulares otros cuatro, la UIB dos, en Eivissa y Formentera el Foro por la Recuperación de la Memoria Histórica otros dos y Memòria de Mallorca solo uno", reprochó Oliver, quien recordó que precisamente la isla de Mallorca es la que ha sufrido una mayor represión de la dictadura, hay más monumentos franquistas, más fosas, pero también es la que tiene más asociaciones memorialistas".

En este sentido, censuró que el Ejecutivo autonómico no haya contactado con el resto de entidades y haya delegado en ellos la labor de consensuar posturas para votar conjuntamente en la comisión. "Nosotros somos una entidad horizontal, pero hay otras asociaciones específicas a las que no han llamado. Es injusto para ellos y nosotros", abundó.

"No queremos estar de florero en la comisión", advirtió al respecto Tonina Mercadal, secretaria de la entidad, quien junto a Oliver detalló que en la reunión, celebrada en el Palma Arena, sede de la Conselleria de Cultura Participación y Deportes, el Govern esgrimió un "informe jurídico" para respaldar la distribución de los representantes de la comisión. No obstante, destacaron la voluntad de consenso de la Conselleria y apuntaron que les han dado una semana para tratar de hallar "vías alternativas" para alcanzar un acuerdo.

Sin embargo, Oliver dejó clara la condición para volver a sentarse en la mesa: "Cada asociación debe tener un voto". De lo contrario, la salida de la comisión será definitiva. "Es de ética, estética y de justicia", zanjó.

Por su parte, desde el Govern subrayaron la voluntad de consenso con la entidad ante su "reclamación legítima", si bien recordaron la necesidad de cumplir con el mandato legislativo, dado el poco tiempo que le queda a la legislatura. Por ello, aunque destacaron que trabajarán para que Memòria de Mallorca vuelva a la comisión, señalaron que continuarán sin la sociedad civil mallorquina si al final no hay acuerdo, ante la necesidad de que la ley eche a andar, lo que consideraron un trabajo "delicado y necesario".

"Les hemos ofrecido que pudieran acudir a las reuniones representantes de otras entidades o contar con el voto de Menorca, donde no hay asociaciones", apuntaron fuentes de Cultura, que señalaron que confiaban en haber podido actuar con el mismo espíritu de colaboración que han encontrado en la Comisión de Fosas, donde todos los proyectos "han salido adelante por consenso". La Comisión, que entre otras funciones creará un censo de víctimas de la Guerra Civil y la dictadura y un catálogo de simbología franquista, se constituyó ayer, presidida por la consellera de Cultura, Participación y Deportes, Fanny Tur.