En estos momentos se encuentra en exposición pública un decreto que regulará la carrera investigadora en las islas dando más estabilidad laboral al personal investigador. Un decreto pionero en este país que permitirá al Instituto de Investigación Sanitaria de Balears (IdISBa) contratar de forma indefinida al personal investigador que ha trabajado bajo su paraguas durante cinco años con un contrato Miguel Servet del Instituto Carlos III o un Ramón y Cajal del ministerio de Economía una vez que éstos hayan concluido.

La consellera de Salud, Patricia Gómez, definió el nuevo texto legal como una herramienta para "captar y retener el talento investigador. Tanto para que regresen los investigadores que están fuera como para retener a los que están trabajando aquí", concretó.

Gómez explicó ayer las líneas básicas del decreto en fase de tramitación que confió -"ojalá", se le escapó- entre en vigor antes de que acabe el año. Junto a ella estaba su directora general de Acreditación, Docencia e Investigación, Margalida Frontera, y dos investigadores, Nacho Ricci y Joana Maria Ramis, que están en los inicios de una beca-contrato Miguel Servet de cinco años para investigar, respectivamente, cómo mejorar la seguridad del paciente ante los errores médicos y terapias celulares e ingeniería de tejidos.

Para hacerse una idea de cómo funciona la carrera investigadora en este país basta el ejemplo de los dos investigadores citados. Nacho Ricci ha obtenido este año una beca-contrato Miguel Servet concedida por el Instituto Carlos III de Madrid, el organismo estatal que concede la mayoría de ayudas para la investigación sanitaria en este país. Percibirá un salario anual de 40.500 durante cada uno de los cinco años que tiene de contrato y recibirá asimismo una financiación específica para su proyecto, que busca aumentar la seguridad del paciente, de 86.500 euros durante este periodo.

Por su parte, Joana Maria Ramis, consiguió el mismo contrato Miguel Servet pero un año antes, en enero de 2017. La financiación para su proyecto de investigación sobre terapias celulares es más elevada, de 121.500 euros hasta el año 2021. Su salario bruto es el mismo que el de su compañero.

No obstante, estos dos investigadores, con el estado actual de las cosas, se verían abocados a "buscarse" de nuevo la vida una vez que concluyeran sus contratos firmados con el Carlos III.

Marga Frontera explicó que el objetivo de este decreto es poder contar, en el plazo de seis o siete años desde su entrada en vigor, con diez o doce investigadores en nómina del IdISBa.

Salario de profesor universitario

La directora general abundó que el candidato/a a formar parte de la plantilla del Instituto de Investigación Sanitaria, tras pasar una evaluación externa (ver recuadro), comenzará a trabajar como investigador titular con una remuneración similar a la de un profesor titular de la Universidad.

Tras dos años en el cargo podrá promocionar a profesor de investigación, figura equivalente a la de un catedrático dedicado a estos menesteres en la Universidad y con una remuneración equivalente. Asimismo, añadió Frontera,se realizarán evaluaciones de su actividad investigadora cada cinco años que comportarán complementos salariales en caso de acreditarse una excelencia en el trabajo del investigador evaluado. Preguntada de qué cantidades estaba hablando, Frontera no pudo precisarlas ya que, alegó, en estos momentos el IdISBa está en fase de elaboración de su convenio colectivo y de sus tablas salariales.