El abogado de la Infanta Cristina, Miquel Roca i Junyent, ha admitido este miércoles en Avilés que el encarcelamiento de Iñaki Urdangarin "está siendo muy duro para ella".

Roca ha realizado estas declaraciones ante los periodistas en la inauguración de la sede de la Fundación de Trabajadores de la Siderurgia Integral, entidad que preside desde el año 2016, en el Colegio Virgen de las Mareas de la Villa del Adelantado.

Preguntado sobre el encarcelamiento de el exduque de Palma este lunes, el abogado de la Infanta ha sido parco a la hora de hacer valoraciones sobre el estado de ánimo de la hermana del Rey de España. "Se lo pueden imaginar como está la Infanta. Es un tema tan serio y tan íntimo, que nos da hasta vergüenza hablar de ello", ha finalizado el abogado.

Diego Torres, trasladado a una celda compartida

Diego Torres, el exsocio de Iñaki Urdangarin condenado a más de cinco de años por el caso Nóos, ha sido trasladado a una celda compartida en el módulo 1 de la cárcel de Brians 2, donde se recluye a los internos que están a la espera de su clasificación inicial.

Según han informado fuentes penitenciarias, Torres, que el lunes pasado durmió en el módulo de ingreso de Brians 2, ha pasado a ocupar ahora una celda compartida en un espacio de la cárcel que acoge tanto a presos penados como preventivos pendientes de clasificación.

Está previsto que Torres permanezca en este módulo hasta que sea entrevistado por los técnicos del equipo multidisciplinar encargados de proponer el tipo de régimen penitenciario más adecuado al recluso -cerrado, ordinario o abierto-, en función de su perfil psicosocial, y se le asigne una celda acorde a la clasificación que se le haya concedido.

La Junta de Tratamiento de Brians 2 dispone de un plazo máximo de dos meses para proponer su clasificación en primero, segundo o tercer grado a la Dirección General de Servicios Penitenciarios, que será la que finalmente decida su régimen carcelario, en función de su perfil psicosocial y de sus circunstancias personales y de salud.

La ley prevé que a un recluso se le pueda conceder ya de inicio el tercer grado penitenciario -o régimen abierto, en el que preso solo va a la cárcel a dormir-, incluso en el caso de condenas superiores a los cinco años de cárcel, como la de Diego Torres, con la excepción de los delitos de terrorismo, abusos de menores y pertenencia a banda organizada.

En el caso de que inicialmente sea clasificado en segundo grado, Torres podría disfrutar de permisos una vez haya cumplido un cuarto de la condena, si muestra una evolución favorable en su tratamiento y su conducta en la cárcel y si cuenta con apoyo familiar y arraigo fuera de la prisión.

Como al resto de presos condenados por delitos económicos, a Torres se le propondrán tratamientos encaminados a reeducar en los valores y el razonamiento ético, así como a desarrollar la empatía y la práctica de actividades solidarias y a reformular sus expectativas respecto a su estilo de vida.

Can Brians 2, una de las prisiones más nuevas de la red penitenciaria de Cataluña, inaugurada en 2007, no cuenta con un módulo aislado de seguridad similar al de la cárcel de Quatre Camins -donde cumplió condena el expresidente del FC Barcelona Josep Lluís Núñez por el caso Hacienda-, aunque sí de dependencias de mayor protección para determinados perfiles de presos