Joven (Palma, 1979), competente y dedicada a la investigación en una de las comunidades que menos porcentaje de su PIB dedica a estos menesteres, no dudó en volver a Mallorca dejando atrás un futuro más prometedor en el Imperial College de Londres.

-¿Como está la investigación en Balears? Los últimos datos referían que esta comunidad autónoma destinaba un 0,26% de su PIB a este campo frente al 1,2% del media estatal.

-La verdad es que desconozco cuánto se invierte en términos de PIB pero, a día de hoy, no he visto una política clara por financiar más la investigación. A nivel general, estamos más o menos igual.

-¿No está mejorando la inversión la Administración actual?

-Sí, se está mostrando más sensible y está más comprometida. De la misma manera, el IdISBa (Instituto de Investigación Sanitaria de Balears) está realizando una apuesta fuerte por retener el talento investigador. De hecho, va a convocar este año tres becas postdoctorales este año y otras tres el siguiente.

-¿Y de dónde procede el dinero para dotarlas?

-Del impuesto turístico, de la ecotasa. Se trata de unas convocatorias altamente competitivas por la que pelearán varios candidatos. Porque lo que hace falta en la investigación de estas islas son recursos humanos, mentes brillantes que generen más conocimiento científico. Tenemos que conseguir ser atractivos para los investigadores, provengan de donde provengan.

-La investigación de las islas se ha visto sacudida por dos casos poco edificantes, el del catedrático de la UIB UIBPablo Escribá

-Creo que estas dos personas no representan a la mayoría de los investigadores de Balears, pero desgraciadamente siempre se habla más de estos escándalos que de las historias de éxito de otros científicos que realizan proyectos muy brillantes, publican en prestigiosas revistas... No creo que afecte, se trata de dos casos aislados.

-¿Supone el IdISBa el anclaje, la estabilidad que permitirá mejorar los resultados en investigación?

-Para un investigador es imprescindible tener una institución detrás que te apoye con un contrato laboral, que te ayude con las tareas administrativas que implican gestionar un proyecto, que te informe de qué oportunidades de financiación existen en cada momento. El IdISBa es necesario. Insuficiente, pero necesario.

-¿Qué hay aparte de él para un investigador sanitario balear?

-No hay mucho más. Puedes investigar en la UIB, en Gerencia de Atención Primaria, en Son Espases o en Son Llàtzer, pero necesitas una institución que te apoye y que te ayude a gestionar los proyectos.

-¿En qué beneficia la implantación de los estudios universitarios de Medicina al IdISBa?

-Es uno de los requisitos, junto a muchos otros, para poder acreditarse dentro de una red de centros de investigación sanitaria de todo el país y que, de esta forma, pueda optar a más ayudas para investigación que concede el Instituto Carlos III. Para explicarlo gráficamente, le permitirá jugar en la primera división de la investigación sanitaria de este país. Además, los estudios de Medicina generarán una promoción de futuros investigadores en Salud, los cerebros y el capital humano al que aludía antes. Porque soy de la opinión de que los médicos han de investigar para mejorar la asistencia que dan a sus pacientes.

-¿Cómo va el proceso de acreditación del IdISBa?

-Creo que se presentaron los papeles en marzo o abril, por lo que a principios del próximo año sabremos si lo conseguimos.

-¿Y si no se consigue? ¿Estaríamos ante un fracaso?

-Sí. Más que nada por todo el trabajo realizado. Pero me consta que en el Carlos III están contentos con nuestro trabajo.

-¿Por qué lo dice?

-Porque al recoger el premio de la Fundación AstraZeneca (III galardón Jóvenes Investigadores) coincidí con una subdirectora del Carlos III que me elogió el trabajo que estábamos realizando en las Illes Balears.

-Trabajaba en el Imperial College de Londres antes de volver a la isla. ¿No ha supuesto este regreso un paso atrás en su carrera?

-Eso mismo me dijeron dos compañeros mallorquines con los que me fui a Londres en septiembre de 2007, que era un suicidio profesional volver a Mallorca, que era jugar en otra liga de menor categoría.

-¿Ellos continúan allí?

-Sí, son pareja, trabajan en dos universidades londinenses y ya han hecho su vida allí.

-Y ahora, echando la vista atrás, ¿les da la razón?

-No, yo volví por la nostalgia de la isla, de Mallorca,y no me ha ido tan mal (risas). En este año ya he recibido dos premios (el citado de la Fundación AstraZeneca y el concedido por este rotativo) a pesar de trabajar en Mallorca. Porque yo baso mi trabajo investigador en colaboraciones a nivel nacional e internacional. Tengo contactos en Estados Unidos, Londres, Lyon... y con veintitrés centros de toda España por el estudio Predimed (sobre cómo prevenir eventos cardiovasculares severos mejorando la dieta y el estilo de vida). Ahora, con las nuevas tecnologías, puedes trabajar de manera global en Mallorca. Eso sí, cojo muchos aviones.

-Entonces, ¿recomienda a los jóvenes irse a investigar fuera?

-¡Por supuesto que sí! Es básico que los jóvenes investigadores salgan aunque se corra el riesgo de que no vuelvan. Aparte de aprender mucho, conseguirán contactos.

-Sus estudios abogan por seguir una dieta mediterránea, perder peso y hacer más ejercicio para prevenir eventos cardiovasculares severos (ictus e infartos) en la población mayor de 60 años. ¿No sería mejor inculcar estos hábitos de forma más temprana?

-Sí, claro está. Pero trabajamos con una población de una edad en la que comienza a sufrir estos problemas y con la que intentamos demostrar que adoptando esos hábitos saludables se pueden reducir esos problemas. Sería básico que los hábitos saludables se adquiriesen incluso antes de nacer, porque lo que hace y lo que come tu madre influirá en tu salud futura

-Enuméreme alguno de los malos hábitos alimentarios de Mallorca

-...Te lo digo en base a mi observación personal porque no hay ningún estudio sobre esto. Creo que se consumen muchos productos ultraprocesados, aquellos que tienen más de cinco aditivos y poca relación con su producto original. Hasta el 50% de lo que comemos son productos de este tipo que no son tan saludables como nos los venden y que cada vez forman más parte de la dieta de las personas y de los niños. Solo tienes que ver los envoltorios atractivos que usa esta industria para atraer a los menores. Una alimentación que es todo lo contrario a la dieta mediterránea que usa alimentos naturales de temporada, de cercanía, con un mayor predominio del origen vegetal sobre el animal.

-Se ha demostrado que hay que consumir poca carne roja y mejor poco hecha...

-Lo importante es que no se consuma chamuscada porque aumenta sus efectos negativos. Se sabe que consumiendo mucha carne roja aumentas tus posibilidades de desarrollar un cáncer colorrectal. Y si consumes carne procesada, todavía más.

-¿Y un buen hábito de esta tierra?

-El pa amb oli. Tiene un pan moreno muy saludable, tomàtigues de ramellet y aceite de oliva. Le puedes añadir un poco de embutido, pimientos asados, tomarlo con higos, con queso...