Los inquilinos, y no los propietarios, son los principales damnificados por los desahucios. Balears registró 382 ejecuciones por el impago de la renta en el primer trimestre de 2018. Más del triple que los desahucios derivados del impago de la hipoteca, 107.

Son datos recogidos por el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), que en 2013 empezó a contabilizar el número de lanzamientos por impago del alquiler para compararlos con los hipotecarios.

Aquel 2013 hubo en Balears 1.580 desahucios de alquiler y 1.908 por impago de la hipoteca. Un lustro después la tendencia se ha invertido completamente y los expertos advierten de que puede ir a más a consecuencia de la burbuja del precio del alquiler que sufre el archipiélago.

Las ejecuciones hipotecarias están en caída libre desde hace algunos años. La crisis se cebó con muchos propietarios, incapaces de afrontar préstamos e intereses desorbitados, hasta el punto de que en 2009 se registraron en Balears en torno a 600 ejecuciones cada trimestre. A día de hoy los datos se parecen mucho más a los de 2007, último año de bonanza económica, que se saldó con 723 desahucios de propietarios.

La tendencia a la baja es clara: en 2017 se registraron 784 ejecuciones hipotecarias, un 37,7% menos que en 2016. Los bancos se lo piensan dos veces antes de reclamar un lanzamiento porque la justicia europea podría considerar ilegales la mayoría de ellos al considerar abusiva la cláusula de vencimiento anticipado que figura en la letra pequeña de todas las hipotecas.

Si hablamos de desahucios por alquiler, 2017 se saldó con 1.465, un 0,2% menos que un año antes. Un ligero descenso que Víctor Cornell, abogado de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca en Mallorca (PAH), considera engañoso. "La tendencia es al alza, lo venimos denunciando en los últimos años. E irá a más. Los sueldos no han subido, se mantienen en niveles previos a la crisis. En cambio han subido el coste de la vida y sobre todo los alquileres. Hay un desequilibrio evidente que hace que mucha gente no pueda afrontar la renta", explica este experto.

Cornell atribuye también el elevado número de ejecuciones de inquilinos a la reforma de la Ley de Arrendamientos Urbanos (LAU) diseñada en 2013 por el Gobierno de Mariano Rajoy: "Los contratos de alquiler pasaron de cinco a tres años, lo que ha obligado a muchos arrendatarios a renovar en poco tiempo y teniendo que asumir subidas de la renta muy importantes".

Cornell señala que el 80% de los casos de desahucio que pasan por la PAH son por impagos en el alquiler, y solo el 20% se relacionan con hipotecas. Pero advierte de que habrá un "repunte" de estos últimos casos. "Hace cinco años los bancos firmaron un código de buenas prácticas por el que más o menos se comprometían a no desahuciar sin antes negociar, y a conceder alquileres sociales. Aquel acuerdo ya ha caducado y no hay intención de renovarlo, como ya estamos viendo en algunas personas que vienen a pedirnos ayuda", afirma.

Los lanzamientos por alquiler en todo el Estado se incrementaron un 4,3% en 2017 con respecto a 2016, pasando de 34.193 a 35.666. Y los registros del primer trimestre recogidos por el CGPJ describen una tendencia al alza también este 2018.

Balears es terreno abonado, con un mercado inmobiliario escaso de oferta, sobrepasado por la demanda y condicionado por el alquiler turístico, un fenómeno que ha obligado a las administraciones a regular a contrarreloj porque estaba fuera de control.

La burbuja sigue hinchándose

Los precios de los alquileres se han disparado un 40% desde 2015. Y la previsión es que este 2018 crezcan un 10% más. El punto de inflexión se produjo el año pasado, cuando el metro cuadrado de alquiler en Mallorca superó los precios anteriores a la crisis económica.

Ya el año pasado desaparecieron del mercado los pisos por debajo de 600 euros al mes, lo que ha dejado en la cuneta a muchas familias con ingresos limitados o, en el mejor de los casos, con muchos problemas para llegar a fin de mes después de afrontar la mensualidad.