El pleno del Consell de Mallorca aprobó ayer modificar el contrato con la empresa concesionaria de la incineradora de residuos, TIRME, con el objetivo de prohibir de forma definitiva la importación de basuras. Sin embargo, deja la puerta abierta a incinerar residuos de Eivissa, Formentera o Menorca. La prohibición de importación sólo afecta a la basura "de fuera de Balears".

Mediante este cambio, el Consell pretende dar carpetazo a la iniciativa impulsada por el PP durante la pasada legislatura donde se permitió la llegada de barcos de residuos procedentes de Italia, Irlanda y Cataluña. Ello propició a los partidos de la izquierda que ahora gobiernan en Balears acusar al PP de convertir Mallorca en el "vertedero de Europa".

Se deja la puerta abierta a traer basura de las otras islas de Balears, ya que en más de una ocasión cuando Menorca o Eivissa han tenido problemas en sus sistemas de eliminación han fletado barcos hasta Mallorca para evitar la acumulación de residuos durante algunos días.

La consellera insular de Medio Ambiente, Sandra Espeja, se congratuló de la medida aprobada por el Consell y volvió a utilizar una de sus frases favoritas: "Hemos evitado que Mallorca vuelva a ser el basurero de Europa". Espeja recordó que "la quema de estos residuos generó más de doce mil toneladas de cenizas que fueron depositadas en el actual depósito de seguridad, disminuyendo, obviamente, su vida útil y, por tanto, avanzando su ampliación". Precisamente en la modificación del contrato se ha incluido la inversión del proyecto aprobado en mayo para ampliar el depósito de cenizas de son Reus. El Pi, PP y Ciudadanos se abstuvieron y la modificación del contrato con TIRME se aprobó con los votos de los partidos de la izquierda que forman el equipo de gobierno insular.

En el pleno de ayer también se debatieron las propuestas de resolución emanadas del debate del estado de la institución. El PP acusó al Consell de "sumisión" con el Govern por no querer reclamar la deuda de 125 millones. Una propuesta del PP fue rechazada por el Pacto, pese a que desde el departamento de Hacienda tiene sobre la mesa reclamar la deuda al Consolat vía judicial.

Nueva consellera electa

Por otra parte, ayer tomó posesión la nueva consellera electa de Més Marta Jordà, que sustituye en el puesto a Apol·lònia Miralles. Jorda es edil nacionalista en Sant Joan y se integra en el grupo insular de Més en el Consell.

Asimismo, se dio cuenta de la dimisión del conseller de Ciudadanos Estanislao Pons y en el próximo pleno de la institución tomará posesión su sustituta, que será Cristina Fiol.