Iñaki Urdangarin y Diego Torres tienen de plazo hasta el próximo lunes para ingresar en la cárcel que escojan y cumplir sus respectivas condenas de casi seis años de privación, según han explicado en la sección primera de la Audiencia al segundo.

El exduque de Palma ya ha regresado a Ginebra donde tiene su domicilio familiar y podrá celebrar el cumpleaños de su mujer, la infanta Cristina.

Torres, que se ha desplazado desde Barcelona a primera hora de la mañana, estaba muy preocupado antes de recibir el auto de ingreso en prisión por la posibilidad de que la Audiencia dispusiese su inmediato encarcelamiento.

Urdangarin ha llegado a la Audiencia de Palma para recoger la orden de ingreso en prisión después de que el martes el Tribunal Supremo le condenara a cinco años y diez meses por malversación, prevaricación, fraude a la Administración, dos delitos fiscales y tráfico de influencias.

El cuñado del Rey, que ha llegado acompañado por su abogado Mario Pascual Vives, ha permanecido doce minutos en el interior del tribunal, donde las juezas Samantha Romero, Rocío Martín y Eleonor Moyà le han dado un plazo de cinco días naturales, que vence el lunes, para ingresar en la cárcel que él mismo elija. Se están barajando varios centros penitenciarios, entre otros centros se contempla la posibilidad de que cumpla la condena en Álava e incluso en Menorca.

Mientras se formaliza su ingreso en prisión, Urdangarin tiene libertad de movimientos para ir y volver de Ginebra, donde reside desde que estalló el caso Nóos.

Una veintena de personas concentradas en la puerta de la Audiencia le han recibido con gritos de "los borbones a los tiburones", "chorizo" o "Urdangarin, suelta el botín".

Es el mismo plazo que las juezas han otorgado a su exsocio en el Instituto Nóos, Diego Torres, que ha recogido su citación en la misma Audiencia pasadas las nueve de la mañana.

El cuñado del Rey ha cogido un vuelo a primera hora de la mañana procedente desde Ginebra, donde tiene su residencia habitual. Ha llegado al tribunal en el mismo vehículo que ya utilizó en febrero de 2017 para la vistilla en la que se decretó su libertad provisional.

El Supremo rebajó diez meses la petición inicial de la Audiencia para el marido de la infanta Cristina al considerar que no estaba demostrado el delito de falsedad en documento público.

La sentencia sí considera probado que Urdangarin abusó de "la situación de privilegio" que disfrutaba por ser el cuñado del entonces rey Juan Carlos I para "mover la voluntad" de Jaume Matas, en aquella época presidente del Govern balear.

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Iñaki Urdangarin llega a la Audiencia de Palma