El Tribunal Supremo ha absuelto a Iñaki Urdangarín y Diego Torres, los cabecillas del Instituto Nóos, de un delito de falsedad en documento público por el que fueron condenados en un principio por la Audiencia de Palma al no quedar probado que ambos intervinieran en la documentación falsaria elaborada por los funcionarios para plasmar y justificar las resoluciones arbitrarias del Govern balear.

El exduque de Palma y su entonces socio fueron sentenciados por el tribunal de la sección primera de la Audiencia Provincial por un concurso de delitos de falsedad documental con prevaricación y malversación de fondos públicos, además de por otros hechos delictivos como fraude a la Administración Pública y delitos fiscales, entre otros.

Ahora, el Alto Tribunal considera que no se les puede atribuir un conocimiento ni participación en maniobras falsarias llevadas a cabo exclusivamente por quienes a efectos penales tienen la consideración de funcionarios o autoridad.

El hecho de haber exonerado a Urdangarín y Torres del delito de falsedad documental no conlleva apenas una rebaja sustancial de su condena inicial. La consecuencia a nivel penológico para ambos de esta absolución es escasa debido a los mecanismos de imposición de penas previstos para los casos de concursos de delitos en el Código Penal, en este caso malversación y prevaricación.

Así, a Diego Torres se le mantiene la misma pena de prisión (tres años, la máxima posible) que cuando fue condenado por falsedad por el tribunal mallorquín.

Mientras, a Iñaki Urdangarín se le reduce cinco meses la condena al aplicar la circunstancia atenuante de reparación del daño que apreció la Audiencia de Palma, ya que consignó antes del macrojuicio celebrado durante la primera mitad de 2016 en la capital balear fondos suficientes para hacer frente a todas las responsabilidades civiles e indemnizaciones a las que debía hacer frente.

El exsocio del cuñado del Rey ha visto rebajada su condena inicial en casi tres años al ser absuelto también de un delito de blanqueo de capitales y de otro de tráfico de influencias.