Los nuevos convenios colectivos que se están pactando en Balears incluyen una subida salarial del 4% en alguno de sus años de vigencia, con mejoras en las retribuciones que se están situando por encima de las obtenidas en otras comunidades autónomas. Aunque ninguno está alcanzando los niveles contemplados en el de hostelería, los sindicatos firmantes ponen de relieve que se comienza a conseguir que la riqueza que se está generando en el archipiélago llegue también a los trabajadores. Porque donde no se producen avances, la amenaza de huelga se pone sobre la mesa.

Ayer mismo se firmó el convenio de lavanderías y de tintorerías, que afecta a unos 2.500 trabajadores, y que contempla una subida salarial del 11,5% en un plazo de cuatro años. En concreto, el acuerdo alcanzado entre UGT y las patronales del sector prevé un alza en las retribuciones del 4% para este año (comienza a aplicarse desde el mes de abril), del 3% para 2019, del 2,5% para 2020 y del 2% para 2021. Eso va a suponer que ningún empleado del centenar de empresas de este sector va a cobrar menos de 1.000 euros mensuales, según se destaca desde el citado sindicato. Además, se gana un día de vacaciones anual.

Esta mejoría en el poder adquisitivo de los trabajadores de lavanderías se suma a la que se consiguió la semana pasada en el transporte regular, con una subida de los salarios del 10% en tres años. El pacto alcanzado aquí por CC OO y UGT contempla un alza del 3% desde el 1 de junio, otro 3% para 2019 y del 4% en 2020, que alcanzará al millar de trabajadores del sector.

En ambos acuerdos se ha conseguido que en alguno de sus ejercicios de vigencia los salarios registren un aumento del 4%. Ese mismo objetivo se persigue en otro de los convenios sectoriales que se está negociando en estos momentos, como es el de limpieza de edificios, con cerca de 6.000 trabajadores afectados en temporada alta.

Aquí los sindicatos reclaman una subida salarial del 21% en tres años, y de momento la patronal ha rechazado abordar el tema de las retribuciones. Desde UGT se hace una advertencia: si en las reuniones acordadas para los días 20 y 28 de este mes no hay avances, las movilizaciones se pondrán sobre la mesa en pleno mes de julio, y en este aspecto se recuerda que este convenio sectorial afecta a los trabajadores que se ocupan de la limpieza del aeropuerto de Palma, de hospitales como Son Espases, de centros de salud o de dependencias de las Administraciones públicas, por citar algunos ejemplos.

Y ya hay convocatoria de huelga en el sector de la limpieza de calles y recogida de residuos, que se iniciará el día 21 y que afectará a Manacor, a Inca y al resto de la mancomunidad de Es Raiger. CC OO justifica el paro por la necesidad de negociar un convenio autonómico.

Cambio de tendencia

El secretario general de CC OO en las islas, José Luis García, insiste en que todos los nuevos convenios que se firmen en Balears van a tener que contemplar subidas salariales de ese calibre, tras el cambio de tendencia que se marcó en 2017 con el convenio de comercio (una subida del 6,5% en un plazo de tres años) y muy especialmente con el de hostelería (un 17% en cuatro años, lo que lo ha convertido en un referente para el conjunto del país). El dirigente sindical recuerda que los salarios de Balears están ligeramente por debajo de la media española, mientras que la economía de las islas ha sido la primera en abandonar la crisis y actualmente registra crecimientos que se mueven entre el 3,5% y el 3,8% anual.

Eso explica por qué ahora están en el punto de mira dos de sus convenios más importantes, a negociar en 2019. Uno de ellos es el de comercio (unos 50.000 trabajadores afectados), una vez concluida la vigencia del último acuerdo. El presidente de la patronal Afedeco, Rafael Ballester, admite la preocupación existente en el sector ante la previsión de que se van a reclamar importantes aumentos salariales para los próximos años en un momento en el que los establecimientos comerciales están detectando un estancamiento en su facturación, fruto en parte de los recortes en el alquiler turístico.

El segundo es el del transporte discrecional (turístico), con plantillas mucho más reducidas pero cuyas protestas han llegado a colapsar el aeropuerto.