Balears es la comunidad autónoma en la que más han aumentado los precios hoteleros y son muchos los establecimientos que han incrementado su categoría tras las correspondientes obras de modernización. Sin embargo, esta mejoría en la calidad del producto no se está viendo acompañada de un ascenso en la del cliente que visita las islas. Esta afirmación es respaldada por los representantes de tres de los sectores más vinculados al gasto turístico, como son el comercio (grande y pequeño), la restauración y el ocio nocturno. Con un elemento adicional: muchos de estos negocios están notando, y algunos de forma muy notable, la caída que se ha registrado en la llegada de personas que se alojaban en viviendas de alquiler.

La bajada de los ingresos que se está dando en lo que se lleva de año respecto a 2017 es respaldada por el portavoz de la patronal de comercio Afedeco, Pedro Mesquida; el presidente de la asociación de restauración de Mallorca, Alfonso Robledo; su homólogo en la de salas de fiestas y discotecas de Balears, Jesús Sánchez; y por representantes de las grandes superficies. Y los factores que se apuntan son numerosos.

Para empezar, se admite que la meteorología no está acompañando el inicio de la temporada turística. "Estamos a menos de un mes del inicio de las rebajas y ha habido pocos días de calor, lo que está afectando a las ventas de la moda de primavera-verano", se señala desde el comercio. Y este tiempo tiene más efectos colaterales: "No hemos tenido un fin de semana de mayo que no haya hecho mal tiempo, y eso supone el desplazamiento masivo de turistas desde la costa hacia Palma, lamenta Alfonso Robledo, que subraya la "desesperación" que se esta generando en los restaurantes de las diferentes zonas turísticas al ver cómo se reducen sus ingresos en beneficio de la capital de las islas.

Pero eso no está suponiendo que los locales de Palma se estén haciendo de oro. Bien al contrario: tanto Mesquida como Robledo, o desde las grandes superficies, se reconoce que su facturación no está alcanzando los niveles del pasado año.

Más gasto en el alojamiento

¿La causa? Los visitantes que están llegando durante el presente ejercicio no se caracterizan por disponer de un mayor poder adquisitivo. "Todos los turistas son buenos", destaca Pedro Mesquida, pero no oculta que la venta por persona no está subiendo. O incluso se reduce, según apunta un representante de las grandes empresas. "Los hoteles son más caros y además la ecotasa se ha duplicado. Eso supone que las personas que nos visitan gastan más en el alojamiento y disponen de menos dinero para consumir fuera de esos establecimientos porque su poder adquisitivo no ha mejorado", se destaca. El resultado es menos euros en las cajas de comercios, bares, restaurantes y discotecas.

Jesús Sánchez va más allá y considera que hay zonas en las que la calidad de los turistas ha evolucionado a peor, a la vista de los actos de vandalismo que se están registrando en zonas como la Platja de Palma o de Magaluf, que en su opinión no tienen precedentes y que se producen ante la pasividad de las autoridades.

Y todos apuntan a otro factor: la amenaza de fuertes sanciones a los alquileres turísticos no regulados ha provocado una caída en este tipo de oferta, y la pérdida de unos visitantes que se caracterizaban por realizar un gasto considerable en las zonas en las que se alojaban. "Sabíamos que eran unos clientes importantes, pero no pensábamos que su ausencia nos iba a afectar tanto", apunta Alfonso Robledo.

Esta pérdida de visitantes está teniendo el correspondiente impacto en todos los sectores, desde el comercio de alimentación hasta los bares, que están notando un recorte en sus ingresos. La conclusión a la que se llega es que la facturación que se va a alcanzar durante este año será inferior a la del pasado ejercicio.