Cursach, que está en libertad bajo fianza de un millón de euros, no solo guardaba munición en su casa de Puntiró, sino que también tenía balas repartidas por otro domicilio. La Guardia Civil señaló que es ilegal que una persona, incluso con licencia y guía de armas, pueda tener a su disposición tanta munición como la que tenía el empresario en sus propiedades. El juez ordena el comiso de la carabina y de toda la munición intervenida por la Policía.