A primera hora de la tarde este viernes quienes se encontraban pasando un día de playa en la Cala de Sant Vicent en Ibiza se han asombrado al ver un enorme escualo muerto en la orilla.

Se trata de un tiburón cañabota, o Hexanchus griseus, hembra, de unos tres metros de largo.

Es muy difícil ver vivo en la costa a un tiburón de este tipo ya que habita en aguas muy profundas (unos 2.000 metros), por lo que ha sido arrastrado hasta la playa por la marea ya muerto.

Lo que caracteriza a este tiburón es que tiene seis aperturas branquiales a cada lado de la cabeza y, como se puede apreciar en las imágenes, tiene ojos grandes, epilépticos y verdosos.