Cruz Roja Balears finaliza mañana una campaña internacional para sensibilizar a la población sobre las duras condiciones de vida que sufre una persona obligada a vivir en un campo de refugiados. Cerca de doscientos ciudadanos han visitado la reproducción de un campamento instalado en la sede palmesana de esta entidad para hacerse una idea aproximada de cómo es el día a día de un refugiado.

A día de hoy los voluntarios y trabajadores de Cruz Roja enfocan sus esfuerzos en paliar el sufrimiento de los refugiados que tratan de sobrevivir en suelo griego, casi todos huidos a causa de la guerra en Siria. "Trabajamos con otras ONG´s y el Gobierno griego llevando a cabo tres intervenciones. Una es el centro de salud de Ambelokipi, un edificio perteneciente a Cruz Roja helénica. Nosotros damos soporte a la atención pediátrica que ofrecen. Trabajamos también en la zona urbana de Atenas con una unidad móvil provista de un médico, una enfermera y un traductor para acercar la asistencia sanitaria a la población más vulnerable. Finalmente, damos un servicio de acompañamiento y traducción que salva las barreras del idioma que muchos inmigrantes encuentran al intentar acceder al sistema sanitario", ha explicado esta mañana Isabel de Castro, delegada de Cruz Roja española en Grecia.

"Lo fundamental para un refugiado al principio es ser recibidos por el personal de traducción y mediación cultural. Todo el equipo ofrece una atención integral al refugiado. Los sentimientos que tienen después de meses de viaje solo nos los podemos imaginar. Muchos problemas de salud derivan de esa huida del conflicto. Desarrollamos actividades para aliviarles, creando simplemente espacios seguros en los que puedan reunirse y estén tranquilos. Una actividad incluía hacer excursiones a Atenas para explicarles cómo moverse en transporte público o enseñarles puntos de interés administrativo donde sacarse el número de la seguridad social, por ejemplo", ha indicado esta experta.

La consellera de Servicios Sociales del Govern, Fina Santiago, ha visitado esta mañana la instalación, y ha criticado el incumplimiento de los países europeos, entre ellos España, de acoger a un número mínimo de estos refugiados. "Nosotros abrimos un albergue que gestiona Cruz Roja y por el que han pasado 164 personas refugiadas, unas 80 escapando del conflicto sirio. Hay que ser muy conscientes del sufrimiento de estas personas y del problema social que está creando en Grecia. Imaginemos gestionar servicios para 30.000 personas. Pero sobre todo el sufrimiento individual y emocional de dejar tu casa para irte a un país del que desconoces todo y en el que dependes completamente de la ayuda humanitaria", ha destacado Santiago.

También han asistido a la visita el presidente de Cruz Roja Balears, Toni Barceló; y el director general de Cooperación del Govern, Toni Servera.