La actividad asistencial de las cinco unidades del dolor existentes en los hospitales públicos de las islas han reducido su actividad un 7,6% hasta el mes de abril frente al mismo cuatrimestre del año anterior. En estos primeros cuatro meses de 2018 se han realizado un total de 4.476 consultas para atender patologías relacionadas con el dolor, especialmente cuando este se manifiesta de una manera aguda y prolongada.

Este dato, procedente del Servei de Salut, fue aportado por el doctor José Luis Aguilar durante la presentación del XV Congreso Nacional de la Sociedad Española del Dolor (SED) que comenzó ayer en el palacio de Congresos y se clausurará mañana sábado. Para participar en este cónclave, que arrancó con el lema Vivir sin dolor, se han inscrito un total de 1.100 expertos en esta temática.

El doctor Aguilar, jefe de la unidad de dolor de Son Llàtzer, achacó esta reducción de la actividad a que las intervenciones quirúrgicas gozan de prioridad frente a estas consultas realizadas por especialistas anestesiólogos. "No solo hay un déficit de profesionales, sino que las intervenciones quirúrgicas, sobre todo en cirugía oncólogica, tienen prioridad con el objetivo de reducir las listas de espera quirúrgica", asumió el jefe de servicio que, no obstante, lamentó que una consulta preferente en este campo se retrase unos 15 días y para un derivación normal el paciente deba esperar entre dos y seis meses para ser visto por el médico especialista.

El responsable de la unidad de dolor de Son Llàtzer, en su calidad de presidente del comité organizador del Congreso, lo presentó acompañado del presidente de la SED, Juan Antonio Micó, de los presidentes del área básica y área clínica del comité científico, María Isabel Martín y Antonio Montero, respectivamente, y de Julio Oropesa, un paciente afecto por un síndrome de dolor regional complejo que relató cómo convive con un dolor crónico y cómo éste se lleva mejor manteniéndose activo y compartiendo sus experiencias con otras personas en su misma situación.

"La mayoría de las veces el dolor es incurable, no va a desaparecer. Pero compartir tus experiencias con otros pacientes te ayuda a que lo lleves mejor", corroboró el doctor Aguilar, que achacó el aumento del dolor en nuestra sociedad actual a que la gente vive más, a un aumento de la actividad física sin control por los jóvenes y a los malos hábitos posturales provocados por las nuevas tecnologías.