El pleno del Parlament aprobó ayer, con el respaldo de los partidos del Pacto y El Pi, la proposición no de ley presentada por el PSIB por la que se insta al Gobierno central y al Congreso de los diputados a modificar el Código Penal para "la despenalización de la eutanasia y el suicidio asistido en aquellos casos en los que la persona plantee la posibilidad de poner fin a su vida por decisión propia", así como a regular los supuestos en los que la eutanasia no sea objeto de actuación penal.

La propuesta, que obtuvo el voto en contra del PP y la abstención de Ciudadanos, fue defendida por el socialista Vicenç Thomàs, quien sostuvo que "despenalizar y regular la eutanasia no le quitará libertades a nadie". Thomàs incidió que la ley que regule esta cuestión deberá dejar clara "la definición de conceptos, las condiciones que se han de dar para llevar a cabo la eutanasia y el suicidio médicamente asistido, las características que ha de tener el enfermo y cómo ha de expresar su voluntad", entre otras cuestiones. Además, defendió que la eutanasia debe ser una prestación incluida en la cartera de servicios del Sistema Nacional de Salud.

Frente a él, el popular Vicent Serra sostuvo que la propuesta del PSIB solo responde a una estrategia nacional de los socialistas que deja de lado los "interrogantes éticos, jurídicos y políticos" que suscita la eutanasia.