Diario de Mallorca

Diario de Mallorca

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Opinión

Monstruos para mirarse al espejo

Monstruos para mirarse al espejo

En la saturada Mallorca preestival, donde cada día celebramos un colapso circulatorio, ponemos fecha a la autopista que nos llevará a las dunas de es Trenc en 15 minutos o proyectamos enterrar lo que queda del Molinar debajo de 750 nuevas viviendas que mañana serán turísticas, la aparición de monstruos marinos más típicos de otras latitudes resulta un milagro enternecedor. Qué osadía, criaturitas. Qué viaje más heroico con el final que os tenemos reservado.

No obstante, una carabela portuguesa en la bahía de Palma, con su picadura amenazante y sus largos tentáculos, o una tintorera desnortada en Illetes , nos recuerdan que, pese a su anecdótica aparición, la naturaleza todavía es capaz de reservarnos fenómenos o presencias que escapan por completo a nuestro control, nos meten el miedo en el cuerpo o cuando menos nos inquietan unos instantes.

Hasta aquí la parte nostálgica dedicada a la naturaleza y el paraíso perdido. Porque en Mallorca sabemos demasiado bien que los verdaderos monstruos crecen tierra adentro y tienen nuestros rostros, los de los ciudadanos que contemplan cada día la privilegiada tierra en la que viven y no son capaces de hacer nada para acabar con tanta destrucción programada.

Compartir el artículo

stats