Tanto la presidenta del Consejo de Administración del Palacio de Congresos de Palma, Joana Maria Adrover, como su director general, el ejecutivo de Meliá Hotels International, Ramón Vidal, hicieron ayer hincapié en la "reconciliación" de la ciudadanía con el Palacio de Congresos. La polémica marcó desde el inicio este complejo, tanto por su estética, por su utilidad y necesidad en momentos de crisis galopante, como por los múltiples enredos públicos y empresariales. Pero un año después de su puesta en funcionamiento, tanto desde la administración como desde la hotelera gestora se insiste en la "buena percepción" de los mallorquines respecto de la infraestructura. "Sinceramente, creo que la perspectiva de la ciudadanía hacia la instalación ha cambiado", dice Adrover en la memoria de 2017. De lo que no hay duda es que las primeras jornadas de puertas abiertas batieron récords: más de 5.500 personas acudieron a visitar las instalaciones en sólo dos días.