El control que la Agencia Tributaria aplica sobre las páginas web en las que se ofertan inmuebles y las cartas remitidas a los propietarios de los mismos, a los que se informa de que se ha detectado que su vivienda aparece en ellas, ha permitido aflorar 16 millones de euros en alquileres de Balears, según los datos facilitados por este organismo. Además, se destaca el peso que las islas han tenido dentro de esta campaña de vigilancia, dado que uno de cada diez euros aflorados por esta vía en el conjunto del país corresponde al archipiélago.

La Agencia Tributaria comenzó en 2016 a enviar cartas y avisos telemáticos, en el marco de la campaña IRPF2015, en las que comunicaba a los propietarios de los inmuebles que se había detectado que su vivienda se ofrecía para alquiler en internet y se recordaba la obligación de tributar por los rendimientos que se hubieran generado. Solo dentro del grupo de contribuyentes que recibieron esas notificaciones, el valor de los alquileres declarados pasó en Balears, en un plazo de dos años (desde 2015, cuando todavía no se enviaban esas notificaciones, hasta 2017) de 31 millones de euros a 47 millones, es decir, una subida de casi el 50%, equivalente a 16 millones de euros.

Dos datos reflejan el peso de las islas dentro del conjunto del país en este mercado del alquiler. Esa misma campaña de vigilancia ha permitido que los alquileres declarados en España por parte de los contribuyentes a los que se les envió esa carta haya pasado en esos dos ejercicios de los 388 millones de euros a 544 millones, lo que supone un incremento del 40%, diez puntos inferior al que se ha dado en Balears (del 50%). Pero además, eso supone que en el país han aflorado 156 millones de euros. O lo que es lo mismo, uno de cada diez es de Balears, una tasa muy superior a la que la población o la economía del archipiélago suponen en el conjunto de España.

Este crecimiento de las cantidades declaradas a la Agencia Tributaria se explica en parte por el aumento que se ha registrado en los precios de los alquileres, pero principalmente se achaca al efecto inducido que supone recibir una carta en la que se advierte de que se ha detectado en las páginas web la presencia de la vivienda que el dueño intenta alquilar.

Controles presenciales

En cualquier caso, desde este organismo se subraya que esta iniciativa no es la única que se impulsa para controlar que los ingresos obtenidos por la vía del alquiler son declarados al fisco, y en este aspecto se recuerda que, en el conjunto del país, los controles presenciales se incrementan desde junio hasta septiembre. En este caso, el personal de la Administración tributaria recorre las zonas donde esta actividad suele ser más habitual (como el litoral) para reclamar información sobre los inmuebles que se pueden estar comercializando.

En relación a este tema, la Agencia Tributaria pone de relieve el avance que se ha registrado en la vigilancia que aplica en relación a los alquileres. Tras una primera fase en la que ésta se centraba en las inspecciones presenciales, se pasó a una segunda con controles sobre los consumos de electricidad o agua y una vigilancia rudimentaria sobre las páginas web. Pero ahora se utilizan herramientas informáticas creadas por la Agencia que permiten aplicar una revisión sistemática en internet.

Otro aspecto destacado en la lucha contra el fraude en esta materia es el aumento de las denuncias que se reciben contra alquileres sin declarar, ya sea por parte de vecinos o de organizaciones, como asociaciones hoteleras.

También se recuerda la entrada en vigor de la exigencia para que las plataformas de internet que intermedian en el alquiler de viviendas faciliten toda la información sobre las cuantías de las rentas que se consiguen con esta actividad.

Otra medida que se está aplicando es la de requerir información a las agencias inmobiliarias, acudiendo a sus sedes personal especializado de las Unidades de Auditoría Informática, lo que permite obtener datos de los propietarios, de los inquilinos y de los medios de pago.