"No habrá ni experimentos ni cambalaches con los terroristas". Así quiso dejar claro el ministro del Interior, José Ignacio Zoido, que no habrá "ningún tipo de impunidad ni contrapartida" a los terroristas de ETA después de la disolución y del cese definitivo de la actividad armada de la banda. "Puedo asegurar que el Gobierno mantendrá la política que ha llevado a que ellos mismos asuman su derrota sin que los demócratas les hayan dado nada a cambio", avisó el ministro desde Mallorca.

En este sentido, Zoido, que participó en el acto de homenaje a las dos últimas víctimas de ETA en territorio español, los dos guardias civiles asesinados en Palmanova en 2009, Carlos Sáenz de Tejada y Diego Salvà, aseguró que se va a seguir persiguiendo a aquellos terroristas que sigan teniendo causas pendientes con la justicia hasta que sean detenidos.

Como ejemplo, el titular de Interior señaló una operación desarrollada ayer para embargar bienes a etarras, como vehículos o cuentas corrientes, para saldar las responsabilidades civiles adquiridas por éstos a la hora de indemnizar por su actividad terrorista.

El ministro puso de relieve la obligación de mantenerse junto a las víctimas, y destacó que el Gobierno no va a participar en grupos de trabajo como los que se han propuesto en el País Vasco y Navarra, alegando que lo que no se va a consentir es que "ETA intente blanquear su pasado". En este sentido, advirtió de que las que saben de la crueldad de la banda son las víctimas y que con su memoria "no se pueden hacer experimentos ni cambalaches".

"No caben atajos"

La presidenta de la asociación de víctimas del terrorismo Covite, Consuelo Ordóñez, pidió al ministro en Magaluf, después de recordar a los dos guardias civiles mallorquines asesinados, que "no caben ni atajos ni negociaciones indecentes para sus excarcelaciones". "La memoria y la dignidad de las víctimas no puede ser moneda de cambio", señaló la hermana del diputado y concejal popular Gregorio Ordóñez asesinado por ETA.

El ministro trató en Palma otros temas de actualidad, como la detención en Terrasa de un yihadista que estaba reclamado por Alemania, y subrayó la necesaria colaboración existente en esta materia entre países europeos, en una evidente referencia a las peticiones de extradición de políticos catalanes planteadas por España.