La ley que está llamada a solucionar los problemas de vivienda de los ciudadanos de Balears, o al menos a mitigarlos, continuó ayer su trámite final hacia el pleno parlamentario con el Pacto enfrentado y profundamente dividido por la inclusión, que se aprobó con los votos de PP, PSIB,Ciudadanos, El Pi y GxF, de una enmienda que permitirá ampliar el Centro Internacional de Tenis de Rafel Nadal y convertirlo en un hotel. Algo que la normativa actual no permite, y que por este motivo Podem, Més per Mallorca y Més per Menorca no sólo votaron en contra, sino que lamentaron la fórmula escogida para lo que en varias ocasiones han calificado de “urbanismo a la carta”.

En cualquier caso, después de duras declaraciones y tensiones en el seno del Pacto, la sesión en comisión parlamentaria de la tarde de ayer se mantuvo en un tono de relativa moderación. Los partidos del Pacto habían sellado la misma mañana un compromiso de “no agresión” a pesar de las graves e irreversibles diferencias en torno a la idea de repetir lo que ya ocurrió con el Centro Internacional del tenista manacorí, que ya se creó con una ley específica, y ahora se le permitirá contravenir la normativa urbanística y turística general para que pueda engrandecer el centro y explotarlo como un hotel.

PP, PSOE, Ciudadanos y El Pi votaron a favor de incorporar en el articulado de la primera ley de la Vivienda de Balears una disposición final para permitir al tenista Rafel Nadal ampliar en 26.063 metros cuadrados su centro deportivo, además de incorporar el uso turístico a sus instalaciones con un total de 214 plazas hoteleras, más las 354 plazas destinadas a residencia tutelada.

Podemos, Més per Mallorca y Més per Menorca mantuvieron sus votos en contra de la polémica disposición, que modifica la Ley 5/2012 de medidas urbanístias para la ejecución del Centro Internacional de Tenis Rafael Nadal, una normativa que ya en su momento levantó críticas al ser considerada una ley ad hoc.

Ley de la vivienda será finalmente un cuerpo normativo que, además, acoge la legalización de un hotel y otras medidas urbanísticas específicas para una empresa concreta, y a El Pi le correspondió el papel de proponer un aparcamiento de 3.500 metros cuadrados en el complejo. Su propuesta se pudo transaccionar y finalmente el redactado de la disposición incorporó ayer también la posibilidad de crear un parking “adaptado a las nuevas necesidades” de movilidad que llevará asociada la ampliación del complejo. Todo ello en unos terrenos que originariamente eran suelo rústico.

Urbanismo a la carta

El debate sobre el contenido de la Ley de la vivienda quedó, inevitablemente, teñido sobre el debate por la enmienda Nadal. Especialmente crítico se mostró Podemos con el PP, al que espetó que “esta ley no está para poner techos a las pistas de tenis, sino para que la gente tenga una vivienda digna”. La formación morada intentó sin éxito que la disposición se votara de manera separada, lo que permitió que los diferentes grupos expresaran su posicionamiento. También habló de urbanismo a la carta Més per Menorca, que reiteró la retirada de la disposición. Más comedida se mostró Joana Aina Campomar, diputada de Més per Mallorca, que se limitó a recordar que su formación ya había votado en contra de la enmienda en la ponencia previa y que, consecuentemente, mantendría su oposición.

Tanto PP como El Pi criticaron que la izquierda se mostrara reacia a incorporar la enmienda Nadal cuando en otras leyes “no les ha importado” la incorporación de disposiciones que “no tenían nada que ver”. El PSOE insistió en que “una disposición final no quita efectividad al resto de la ley”, con un “carácter social importante”.