Alianza Mar Blava, Greenpeace, Amics de la Terra y Som Energia reclamaron ayer una ley que establezca la prohibición absoluta de realizar prospecciones en aguas españolas que impida proyectos como el Med-Salt 2, que prevé sondeos acústicos entre Mallorca y Eivissa para "buscar futuras reservas de petróleo", según denunció Julio Barea, responsable de campañas de Greenpeace.

En una comparecencia conjunta en la sede del sindicato STEI, los ecologistas pidieron más apoyo popular para impedir que el proyecto Med-Salt 2 -'Uncovering the Mediterranean Salt Giant'- promovido por el Instituto Nazionale di Oceanografía e di Geofísica Sperimentale de Trieste, se lleve a la práctica.

"Detrás del camuflaje científico de la Universidad de Trieste se esconde el interés de varias compañías petrolíferas que necesitan de esas posibles reservas para seguir produciendo petróleo con unos impactos ambientales altísimos", denunció Barea.

"La zona del canal entre Mallorca y Eivissa tiene un valor ambiental muy importante. Esta iniciativa no debería salir adelante en absoluto", sentenció.

El área en la cual se practicarían los sondeos está próxima al parque nacional de Cabrera y al corredor de migración de cetáceos. "Son una especie muy sensible a los sondeos acústicos porque se comunican por sonar y está comprobado que a partir de 160 decibelios les provoca daños irreversibles", destacó Carles Bravo, de Alianza Mar Blava.

Del mismo modo se verían perjudicadas otras especies como el plancton, invertebrados y peces porque "se ha comprobado la reducción de capturas donde han hecho prospecciones con cañones de aire comprimido", destacó Bravo.

Los ecologistas han pedido al Ministerio de Exteriores la anulación del proyecto por su impacto medioambiental y porque se ha "vulnerado" la legislación en aspectos como el escaso tiempo establecido para presentar alegaciones o la poca difusión del contenido de la iniciativa más allá de la obligatoria publicación en el BOE. "Ni el Govern balear, ni los ayuntamientos, ni los ecologistas hemos sido notificados acerca de este proyecto. Hemos sido nosotros quienes hemos escrito al Ministerio para que nos facilite la información", lamentó Bravo.

Los ecologistas se felicitaron porque la pasada semana el Parlament balear pidió por unanimidad la prohibición de las prospecciones, y reclamaron una ley estatal como la que recientemente aprobó Francia. "La industria se aferra a las últimas gotas de petróleo para seguir achicharrando la atmósfera", criticó Barea.

El Med-Salt 2 está en el inicio del procedimiento de evaluación de impacto ambiental y los activistas confían en que finalmente el Gobierno central dé vía libre al Govern balear para detenerlo porque, reiteraron, pretende detectar petróleo y vender la información a las petroleras.