La portavoz parlamentaria popular, Marga Prohens, afirmó ayer que respeta las declaraciones de María Salom, delegada del Gobierno, en las que justificaba en "la sobredimensión del nacionalismo en Balears" los recursos contra las ayudas municipales a la rotulación de comercios en catalán, pero insistió en que el PP balear "tiene una línea clara" en este asunto que pasa por la defensa del "equilibrio" entre las dos lenguas oficiales. "Tenemos dos lenguas cooficiales que se tienen que fomentar, por lo que donde haya una situación de desequilibrio se tiene que equilibrar", dijo Prohens quien sostuvo que el PP balear está "en la línea que marca el Estatut d'Autonomía y la Ley de Normalización Lingüística".

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Los recursos apoyados por delegación del Gobierno contra las ayudas municipales al catalán y la carrera profesional de los funcionarios del Consell y Cort provocaron la pasada semana que estallara la crisis en el PP balear. La postura de Salom en lo que se refiere a las subvenciones al catalán levantó ampollas entre el sector regionalista que hace un año aupó a Biel Company a la presidencia del PP balear. Lejos de calmar el conflicto, el viernes Salom admitió que los recursos no tenían solo una motivación técnica, sino que se enmarcaban en la "sobredimensión del nacionalismo" en Balears. El domingo, Company movía ficha y daba vía libre al PP para apoyar en los ayuntamientos las ayudas al catalán.

Ayer Prohens intentó desviar la atención de la crisis interna en el PP por estos recursos afirmando que "es un tema que se ha magnificado" porque al Govern de la socialista Francina Armengol le interesa utilizarlo como "cortina de humo" para "tapar" su mala gestión. La portavoz popular insistió en que el PP tiene una postura "clara" en defensa del "equilibrio" del castellano y el catalán y reivindicó que los populares ocupan el "centro político"en Balears. Añadió que "el recurso lo han puesto los técnicos" de Delegación del Gobierno, pero los partidos del Pacto están alimentando la polémica. Sin embargo, al recordarle las palabras de Salom, no pudo eludir dejar clara la diferencia de criterio. "Evidentemente respeto estas declaraciones (de la delegada del Gobierno), pero el PP balear tiene una linea clara de defensa del equilibrio", dijo en referencia al castellano y el catalán.

Las declaraciones de Prohens estuvieron precedidas de fuertes críticas de los representantes de los partidos del Pacto, que pusieron a Company en el centro de la diana. El primero en lanzar sus ataques fue el portavoz parlamentario de Més per Mallorca, Josep Ferrà, quien afirmó que el Gobierno de Mariano Rajoy quiere "trasladar a Balears su furia con Cataluña" aplicando en las islas "un 155 encubierto" que "tira por tierra" el "discurso regionalista" que pretendía representar Company, a quien Rajoy y Salom "están marcando la hoja de ruta" dejándolo "sin relato político".

El portavoz parlamentario de Podemos, Alberto Jarabo, afirmó que la respuesta del PP balear contra los recursos a las ayudas al catalán es "insuficiente" y que se trata de "una estrategia para intentar lavar la cara". Por ello, sostuvo que Podemos seguirá "considerando a Company un traidor a Balears" mientras no adopte una actitud "más firme" ante el PP nacional en este asunto y en otros como el de las prospecciones petrolíferas.

El socialista Vicenç Thomàs, quien compareció ante los medios de comunicación después de Prohens, criticó que el PP "traslade de nuevo sus problemas internos a las instituciones, en este caso Delegación del Gobierno, y por lo tanto a los ciudadanos" y acusó a los populares de estar "cómodos estando en guerra, divididos y más preocupados en sus juegos de tronos que en los problemas de los ciudadanos".

Thomàs acusó a Salom de "instrumentalizar" la Delegación del Gobierno de forma "partidista" para "rapiñar un puñado de votos a Ciudadanos". Ante esta situación, emplazó a Company a mostrar que "lo tiene claro" ya que "se plante ante Madrid" exigiendo al Gobierno de Rajoy que ponga fin a "la persecución a normativas" positivas para los ciudadanos de Balears. "Si no lo hace, Company y el PP balear serán cómplices del ataque a la sanidad universal, a los derechos de los funcionarios y a la lengua propia", concluyó el diputado socialista.